Moscú.-El presidente Vladimir Putin defendió la decisión de anexar Crimea a Rusia y afirmó que los derechos de la etnia rusa habían sido afectados por el gobierno de Ucrania.
En un discurso televisado señaló que la votación del domingo en la que se decidió que Crimea se adhiera a Rusia cumple con el derecho internacional y refleja su deseo por la autodeterminación.
Recordó el caso de la declaración de independencia de Kosovo, que fue apoyada por Occidente y dijo que la secesión de Ucrania repite la de Ucrania, que se separó de la Unión Soviética en 1991.
Rechazó las acusaciones de que Rusia invadió Crimea antes del referéndum y dijo que las tropas rusas fueron enviadas en cumplimiento a un tratado con Ucrania que permite a Rusia tener hasta 25,000 elementos militares en su base del mar Negro, en Crimea.
Putin aprobó ayer una propuesta de ley para la anexión de Crimea a Rusia, uno de varios pasos apresurados que deben seguirse antes de tomar posesión de esa península del Mar Negro. Crimea votó abrumadoramente el domingo por separarse de Ucrania y adherirse a Rusia. Occidente y Ucrania denunciaron el referéndum, que se anunció hace dos semanas, como ilegítimo.
El lunes Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron el congelamiento de activos y otras sanciones contra autoridades rusas involucradas en la crisis de Crimea.
El presidente de Estados Unidos Barack Obama anticipó que habría otras si Rusia no dejar de intervenir en Ucrania. El decreto firmado por Putin y publicado en el cibersitio oficial del gobierno ayer en la mañana es uno de los pasos que deben seguirse para formalizar la anexión de Crimea. No obstante, Rusia aún puede retroceder.
El tratado para la anexión debe ser firmado por líderes de Rusia y Crimea, debe ser aprobado por la corte constitucional y después ser ratificado por el parlamento.
Crimea ha sido parte de Rusia desde el siglo XVIII hasta que el líder soviético Nikita Khrushchev la transfirió a Ucrania en 1954.
Tanto los rusos como la población rusa en Crimea, que es la mayoría étnica, consideran la anexión como la reparación de un insulto histórico.
La agitación en Ucrania, que comenzó en noviembre con una ola de protestas contra el presidente Viktor Yanukovych se acentuó luego de que éste huyera a Rusia a fines de febrero y se ha convertido en la mayor crisis de seguridad en Europa en varios años.
En tanto, Gran Bretaña suspendió la cooperación militar con Rusia debido a la crisis de Ucrania, anunció ayer el secretario del Exterior británico William Hague.
Poco después que el presidente ruso Vladimir Putin firmara un tratado para anexar la península de Crimea, Hague dijo en el parlamento que deploraba la decisión de Putin de buscar el camino del aislamiento al anexar Crimea y negar a los habitantes de la península la posibilidad de asociarse con la comunidad internacional. Hague dijo que el Reino Unido suspendió las licencias de exportaciones militares a Rusia, canceló ejercicios navales y suspendió la visita propuesta de una nave de la Armada Real a Rusia.
De su lado, el secretario de Estado norteamericano advirtió ayer que una eventual incursión militar rusa en el este de Ucrania sería un hecho “escandaloso” y relacionó la actual crisis con Moscú con la de la situación previa a la Segunda Guerra Mundial. Kerry dijo que no podía imaginar un gesto “tan escandaloso”.