El proyecto de la Central Termoeléctrica Punta Catalina ha sido el de mayor inversión del Gobierno dominicano en toda su historia, aunque todavía a la fecha no se tiene a ciencia cierta el costo real total.
Antes de tomar cualquier decisión sobre el destino de ese activo, lo primero que se debe determinar es cuánto le costó al Estado dominicano.
Luego se puede empezar a hablar de la forma de administración.
Se recuerda que desde la concepción de ese proyecto se planteó que su administración fuera privatizada, incluso se consideró la opción de vender acciones de la planta al sector privado.
En la actualidad se ha buscado el fideicomiso como forma de garantizar transparencia en su administración, pero la figura escogida no es muy conocida en República Dominicana.
Por tanto, es válido que el tema se discuta, en especial cuando ha habido tanto cuestionamiento sobre la construcción, financiamiento y manejo de esa central termoeléctrica, que para más mancha tiene en su haber el que el consorcio constructor lo encabeza Odebrecht y que además hubo que pagar un sobrecosto no contemplado en el contrato.
Los ojos del país estarán permanentemente sobre el manejo de esta central, pues le costó muchos sacrificios al pueblo dominicano.
