San Juan, Puerto Rico.- El Gobierno de Puerto Rico anunció hoy su renuncia a reconocer sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer, y su intención de conceder en los próximos meses a las parejas homosexuales exactamente los mismos derechos de los que gozan las heterosexuales.
“Las parejas heterosexuales se transmiten entre sí múltiples derechos y protecciones por virtud del matrimonio. Esos mismos derechos deben estar disponibles para quienes se aman, se cuidan entre sí, que trabajan y aportan a esta sociedad igual que los demás”, dijo el secretario de Justicia, César Miranda.
En una conferencia de prensa, que él mismo dijo que tenía “matices históricos”, explicó que este cambio de posición respecto a la férrea defensa del Gobierno hasta ahora de que el matrimonio ha de ser entre un hombre y una mujer responde al reconocimiento de que “todos los puertorriqueños y puertorriqueñas somos iguales ante la ley».
Hace tan sólo seis meses, el Gobierno presentó ante la Justicia federal un escrito defendiendo el matrimonio restringido a personas de distinto sexo para pedir que no se atendiera una demanda de inconstitucionalidad del Artículo 68 del Código Civil puertorriqueño que establece esa restricción.
“Les tengo que confesar que para mí fue imposible dormir aquella noche” previa a la presentación del escrito, confesó hoy Miranda, “porque sabía que estaba contribuyendo a negarle los derechos a algunos puertorriqueños y puertorriqueñas».
En declaraciones a Efe tras su anuncio, reconoció que “desde entonces tenía muchas ganas de lograr lo que ha ocurrido hoy- poder reconocer a todas las personas del país, independientemente de su inclinación o preferencia sexual, el derecho a unirse en matrimonio».
Hoy vencía el plazo para que Justicia presentara su alegato ante el Tribunal de Apelaciones de Boston sobre la citada demanda, y al contrario de lo que había hecho hasta ahora, decidió no seguir defendiendo el matrimonio sólo entre hombre y mujer.
“Hemos concluido que ante el Estado de Derecho actual no se justifica ni es correcto el defender la constitucionalidad del Artículo 68”, ni prohibir el reconocimiento de matrimonios homosexuales contraídos en otras jurisdicciones, explicó.
“Por motivos de orientación sexual en Puerto Rico a unas personas se les niega lo que a otros se les concede, y eso no es correcto ni jurídica ni éticamente”, defendió, “particularmente cuando jurídicamente no tienen otra alternativa». Ahora el Tribunal de Apelaciones deberá pronunciarse y todo hace prever que declarará inconstitucional el controvertido artículo.
Luego será turno del Tribunal Supremo de EE.UU. “La vista está pautada para el 28 de abril, así que lo más probable es que para junio tengamos ya una determinación final”, según Miranda, así que para entonces previsiblemente las parejas homosexuales podrán empezar a gozar en Puerto Rico de los mismos derechos que las heterosexuales.
Eso incluye, según detalló, “su derecho a casarse, a cuotas de viudedad, a compartir hogar, a crear una sociedad legal de gananciales” o a cualquier otro beneficio del que goza el resto.
“Todos vamos evolucionando a nivel interno”, dijo para hablar de su convicción personal de que este paso era necesario- “La vida y la experiencia nos van cambiando, aunque siempre he tenido mucha empatía con las personas que son discriminadas».
En ese sentido se expresó también durante la rueda de prensa en la que explicó que podría haber aprovechado su comparecencia en Washington el martes pasado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para hacer este anuncio.
Sin embargo, “no quería hacerlo a 2.500 millas de distancia. Entendí que lo correcto era hacerlo aquí, en mi tierra, mirando a los ojos a los que creen en esta medida y a los que se oponen».
Recordó que hasta el momento 37 estados y 19 países han concluido que hay que superar el discrimen en todos los aspectos de la vida”, y “está claro que privar a una pareja que se ama del derecho fundamental de casarse y gozar así de todas las protecciones y derechos legales es discrimen».
El máximo responsable de Justicia quiso valorar la “generosidad» del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, religioso, defensor del matrimonio exclusivo entre hombre y mujer y consciente de que esto le puede restar muchos votos.
“Aun siendo una decisión sumamente difícil para él, ha antepuesto el derecho de los ciudadanos a sus preferencias personales”, destacó, tras insistir en que la “inusual” discriminación a la que se ha sometido “por muchas décadas” a las personas gays y lesbianas a “debe terminar».