San Juan.- Puerto Rico espera que la llegada de ayuda con suministros contribuya a mejorar el caos generalizado provocado por el paso del huracán María, que destrozó infraestructuras y el sistema eléctrico, dejó 9 muertos, cifra todavía provisional, y 15.000 refugiados en la isla.
“Esto es un desastre mayor”, dijo hoy en una conferencia de prensa el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roseelló, quien trata de dar ánimo a una población que sufre las consecuencias de un huracán que dejó a ocho municipios incomunicados.
El jefe del Ejecutivo, que dijo que María provocó “daños sin precedentes”, anunció que se enviarán brigadas de ayuda por aire o tierra para lograr la comunicación con los ocho municipios aislados, aunque no precisó de cuáles se trata.
“La isla no está en buen estado y hay devastación”, subrayó Rosselló con la serenidad que ha marcado su gestión de este desastre histórico.
La situación sigue siendo crítica debido a los grandes problemas para comunicarse por vía telefónica, la ausencia prácticamente total de energía eléctrica y las limitaciones de transporte terrestre debido al mal estado de las carreteras, cortadas por la caída de árboles.
Rosselló anunció que para paliar la falta de servicio eléctrico hoy llegarán más generadores que se distribuirán a las áreas de la isla con mayor necesidad.
“Es momento de ayudar a nuestros compañeros en la isla brindándoles apoyo”, señaló el gobernador, tras destacar que el Hospital San Pablo ya cuenta con el soporte necesario para contar con electricidad, lo que se espera ocurra durante la jornada con el Centro Médico, el principal hospital de la isla.
Además, ya se coordina la apertura de centros de atención sanitaria que se ubicarán por toda la geografía de la isla. El Ejecutivo ha puesto toda su esperanza en la ayuda prometida desde Washington, que ya fluye por medio de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) federal, que el sábado entregó a las autoridades locales un cargamento con 1 millón de litros de agua, 30 generadores y catres para refugiados.
La ayuda no solo llegará desde EE.UU., ya que como anunció el gobernador también se espera de España, República Dominicana y Panamá. Fema adelantó ya más de 2 millones de dólares para primeras ayudas a las zonas más necesitadas de la isla, donde los daños más graves se registraron en el área oeste.
Rosselló precisó además que el servicio marítimo entre la costa este y las pequeñas islas municipio de Vieques y Culebra está ya operativo. Mientras, hay un aviso de vigilancia para la presa de Toa Vaca, en el sur de la isla, aunque aún no se ha pedido el desalojo en los municipios circundantes de Ponce, Villalba y Juana Díaz.
La mayor preocupación llega de la presa de Guajataca, en el municipio de Quebradillas, en el área oeste, donde desde el viernes hay un aviso de desalojo preventivo ante la posibilidad de ruptura, aunque las autoridades locales indicaron que se trata de una medida de seguridad.
La falta de combustible también es un problema, razón por la que Rosselló anunció hoy que coordina con los alcaldes el envío de camiones tan pronto sea posible.
En cuanto al aeropuerto, la actividad va incrementándose y mañana está previsto que a los enlaces con EE.UU. se sumen algunos transoceánicos.
“No habrá espacio para vandalismo ni actos criminales durante y después de la crisis”, dijo el jefe del Ejecutivo en un mensaje dirigido a quienes han aprovechado la tragedia para delinquir.
Aunque no se puede hablar del pillaje como un problema, sí que se han registrado casos de asaltos en establecimientos de todo tipo, en especial en el área este y puntos de la capital, razón por la cual permanece el toque de queda de 7 de la mañana a 5 de la tarde.
Rosselló dijo que inminentemente llegarán a la isla oficiales del orden del estado de Florida para dar apoyo a la Policía local y los miembros de las agencias que ya operan en la isla. Además ya han llegado más de 500 miembros de personal federal estadounidense del Cuerpo de Ingenieros, Salud federal y el Departamento de Defensa.
Rosselló informó de que una barcaza que se encontraba en la costa sur, en Salinas, cargada con combustible fue rescatada por la Guardia Nacional.
El director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Ricardo Ramos, estimó un costo de reparación del sistema de transmisión y distribución de energía de cerca de 1.000 millones de dólares. Actualmente solo operan las plantas de Central San Juan y las turbinas de gas de Palo Seco.
El Centro de Convenciones de San Juan que opera como centro de operaciones y la zona bancaria en el distrito de Hato Rey podrían contar con electricidad a partir de la próxima semana.