El puente colgante de vidrio inaugurado en China a finales de septiembre, sobre un cañón de 180 metros de profundidad en la provincia de Hunan, provoca miedo, pero la inolvidable caminata ha logrado atraer a miles de visitantes desde su apertura.
“Me da miedo mirar para abajo. Sólo puedo mirar hacia adelante», dijo una joven mientras cruzaba la estructura de 300 metros de largo, construida con un doble vidrio de 24 milímetros de espesor.