¿Puede Europa enfrentarse a Rusia en Ucrania sin el apoyo del ejército estadounidense?
Tras el insólito enfrentamiento entre Donald Trump y Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca el viernes, en el que Trump acusó a Zelensky de «jugar con la Tercera Guerra Mundial», los líderes europeos mostraron un frente unido ofreciendo públicamente su apoyo a Ucrania.
De inmediato, un mandatario tras otro expresaron su solidaridad con el líder ucraniano.
Y aunque en general no mencionaron al presidente estadounidense, sus comentarios reflejaron lo que parece ser una creciente brecha entre Estados Unidos y sus aliados tradicionales en Europa por la guerra en Ucrania.
La declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, que se reunió con Trump a principios de esta semana, resumió la posición europea: «Hay un agresor: Rusia. Hay una víctima: Ucrania. Hicimos bien en ayudar a Ucrania y sancionar a Rusia hace tres años, y seguimos haciéndolo», afirmó.
El canciller alemán Olaf Scholz escribió en X que «nadie quiere la paz más que los ucranianos». Y añadió: «Ucrania puede confiar en Alemania y en Europa».
Y la representante de asuntos exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, dijo: «Ha quedado claro que el mundo libre necesita un nuevo líder. Depende de nosotros, los europeos, aceptar este desafío».
El enfrentamiento de Trump y Zelensky se produjo horas antes de la cumbre de líderes europeos organizada por el primer ministro británico, Keir Starmer, el domingo.
La reunión, a la que también asistirá Zelensky, fue organizada para discutir la situación de Ucrania y según Chris Mason, editor de política de la BBC, «si la cumbre ya se perfilaba como crucial, ahora ha adquirido mucho más importancia».
Pero la pregunta que muchos se plantean es: ¿puede Europa enfrentarse a Rusia en Ucrania sin el apoyo de Estados Unidos?
El presidente Trump ha reiterado que no está contemplando enviar tropas estadounidenses a Ucrania para vigilar cualquier potencial alto el fuego. Y ha dicho que otras naciones, principalmente las europeas, deberían ser las encargadas de ofrecer apoyo militar.
Como señala Jonathan Beale, corresponsal de defensa de la BBC, «la cuestión no es sólo si Europa tiene la voluntad de hacerlo, ¿tiene también los números?».
«La respuesta corta es no. Es por eso que Keir Starmer ha estado presionando para obtener garantías de seguridad adicionales de parte del ejército más poderoso del mundo».
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Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, el gasto militar de Rusia es ahora mayor que el gasto total de defensa de Europa, en términos de poder adquisitivo. Ha aumentado un 41% y ahora equivale al 6,7% del PIB.
Desde el fin de la guerra fría, Reino Unido y varios países en Europa, redujeron sus fuerzas armadas. La tendencia, sin embargo, ha comenzado a revertirse lentamente, con más naciones aumentando el gasto en defensa.
«Aún así, Europa, por sí sola, no podría proporcionar una fuerza de 100.000 a 200.000 soldados internacionales, que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky sugiere que serían necesarias para disuadir a Rusia de atacar nuevamente», señala Jonathan Beale.
«En lugar de eso, algunos funcionarios occidentales han dicho que están pensando en una fuerza de hasta 30.000 soldados».
Lo que Reino Unido y otros países están pidiendo a Estados Unidos es que proporcione una garantía de seguridad a Ucrania, en cualquier potencial acuerdo de paz para evitar que Rusia vuelva a atacar.
Reino Unido quiere que eso equivalga a una cobertura aérea. Aviones de combate y buques de guerra europeos ayudarían a vigilar el espacio aéreo y las rutas marítimas de Ucrania.
Esa fuerza se centraría en proporcionar «seguridad» en lugares clave: ciudades, puertos y centrales nucleares de Ucrania. No se desplegarían cerca de las actuales líneas de frente en el este de Ucrania.
Los aviones de combate y buques de guerra europeos también vigilarían el espacio aéreo y las rutas marítimas de Ucrania.
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«Pero estos mismos funcionarios occidentales reconocen que esto no sería suficiente, de ahí los llamamientos a un ‘respaldo’ estadounidense: para tener la confianza de que cualesquiera sean las fuerzas que se desplieguen no serán desafiadas por Rusia», afirma el corresponsal de defensa de la BBC.
Los funcionarios creen que, como mínimo, Estados Unidos podría proporcionar supervisión a cualquier fuerza europea con un «elemento de mando y control» y aviones de combate estadounidenses listos para responder desde sus bases aéreas en Polonia y Rumania.
«Europa no puede igualar la vigilancia estadounidense basada en el espacio ni sus capacidades de recopilación de inteligencia», dice Beale.
Aunque Europa ha superado recientemente a Estados Unidos en cuanto a la cuota de armas occidentales suministradas a Ucrania, los expertos afirman que Estados Unidos ha proporcionado «lo mejor de lo mejor», como misiles de largo alcance y sistemas de defensa aérea.
Las naciones europeas tampoco tienen los habilitadores estratégicos necesarios para llevar a cabo operaciones militares a gran escala por sí solas. El suministro de armas occidentales a Ucrania ha dependido de la logística estadounidense.
La campaña de bombardeos de la OTAN en Libia en 2011 puso de relieve las deficiencias: las naciones europeas supuestamente asumían el liderazgo, pero seguían dependiendo del apoyo de Estados Unidos.
Los aliados dependían de los buques cisterna estadounidenses para reabastecerse de combustible y de los objetivos estadounidenses.
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Pero Keir Starmer se reunió con Trump esta semana y regresó de Washington sin garantías de apoyo militar estadounidense.
Así, la determinación de Europa se está poniendo a prueba. Y en la cumbre organizada por Starmer el domingo se verá quién estará dispuesto realmente a enviar tropas a Ucrania.
Además de Reino Unido, Francia es la única otra gran potencia europea que hasta ahora parece querer hacerlo.
Algunas naciones del norte de Europa (Dinamarca, Suecia y los estados bálticos) están dispuestas a considerar un compromiso, pero también desean las garantías de seguridad de Washington. Hasta ahora, España, Italia y Alemania se han opuesto.
Es probable que Starmer piense que hay margen para la negociación y que Estados Unidos podría estar dispuesto a respaldar una fuerza europea en Ucrania.
Pero si Trump decide ahora congelar la ayuda militar y Ucrania sigue luchando, los aliados europeos sin duda se verán más presionados para asumir el reto.
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