San Juan.- Ángel Cabán González, un ingeniero de profesión, se ha estrenado como escritor al publicar el libro “Clemente, vigente, vibrante siempre”, en el que hace una reflexión de quien considera a Roberto Clemente “el atleta más grande del mundo” por trascender dentro y fuera del terreno de juego.
“El único puertorriqueño que nos une o nos aglutina es Clemente”, afirmó Cabán a Efe este lunes.
Cabán explicó que entre las 532 páginas del ejemplar -ya en venta- incluye 25 similitudes entre el llamado “Astro boricua” del béisbol con “El pobre de Nazaret”, aunque asegurando que este no es Jesucristo.
Entre esas 25 similitudes o tangencias como mencionó Cabán, están que Clemente y “El pobre de Nazaret” eran de raza negra y sus cuerpos fallecidos nunca aparecieron.
Clemente falleció en la mañana del 31 de diciembre de 1972, cuando un avión en el que se montó para llevar suministros a víctimas de un terremoto en Nicaragua, se precipitó y cayó al de Marzo al norte de San Juan.
El cuerpo de Clemente nunca se recuperó.
Otra distinguida similitud que resalta Cabán en su libro es que Clemente, al igual que “El pobre de Nazaret”, “era loco con los niños”, pues el primero siempre tuvo el tiempo y la distinción para ofrecer clínicas en Puerto Rico, incluyendo una un tiempo previo a realizar el viaje a Nicaragua.
“Clemente sigue vigente porque es el tipo que más extraordinario que ha habido fuera del parque y la gente lo sigue.
Clemente sigue siendo el modelo y los fanáticos lo halan y lo ponen presente. Su muerte lo catapultó a ser lo que es hoy”, destacó Cabán.
Y por todas estas grandezas de Clemente, se ha adoptado el término “clementino” para toda aquél fanático e idolatra la imagen y persona del fenecido pelotero puertorriqueño, quien en 1972 se convirtió en el undécimo jugador y el primer latinoamericano en alcanzar los 3.000 imparables en las Grandes Ligas. “Clemente ha sido el atleta más grande del mundo.
Y no lo digo yo, sino otros historiadores. Ahora, fuera del parque ninguno ha hecho lo que hizo Clemente”, aseguró Cabán. “Y para mí, Clemente es el personaje más importante de mi vida, porque me ha motivado a hacer cosas buenas y positivas en la vida, y obviamente es una figura que trascendió el parque de pelota”, abundó Cabán, quien recuerda que solo una vez avistó a Clemente ofreciendo una clínica de béisbol a niños en el año 1971.
Cabán rememoró que Clemente, a pesar de haber ganado en 1971 su segundo campeonato con los Piratas de Pittsburgh y en cuya Serie Mundial fue coronado como el “Jugador Más Valioso”, regresó a la isla para ofrecer clínicas de béisbol en todos los pueblos de Puerto Rico. “Fue un tipo que no se fue a pasear, sino que se puso a luchar.
La gente no ha descubierto la dimensión de persona que fue”, afirmó Cabán. El autor detalla además en su libro ocho entrevistas a personas que estuvieron vinculadas con la vida de Clemente, como su viuda, Vera Clemente, y el fenecido lanzador puertorriqueño Juan ‘Terín’ Pizarro, el exlanzador boricua José ‘Palillo’ Santiago y el exdirigente Mako Oliveras.
Sobre Pizarro, a quien Cabán entrevistó unos seis meses antes de su fallecimiento, relata el día en que un batazo de Clemente le rompió la pierna al legendario lanzador derecho Bob Gibson en la temporada de 1967 y en el que el serpentinero boricua fue el abridor por los Piratas.
Cabán, quien también fue el ingeniero en la construcción de la Carlos Beltran Baseball Academy en Florida (norte), sostuvo que los fondos obtenidos por la venta de los ejemplares irán para varias organizaciones benéficas locales.