Psiquiatra alerta sobre mal manejo de la ira en militares tras feminicidio-suicidio

Tras el reciente feminicidio en el que un capitán del Ejército ultimó a su expareja y la madre de esta y, posteriormente se quitó la vida, el psiquiatra José Miguel Gómez alertó sobre el preocupante mal manejo de la ira y de los conflictos emocionales que se observa en policías y militares.
Un patrón que se repite
Gómez señaló que este no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de violencia de género creciente protagonizado por agentes del orden. En lo que va del año, varios casos de feminicidios, violencia intrafamiliar y suicidios han sido cometidos por miembros activos o retirados de las fuerzas de seguridad del Estado.
Esta situación ha dejado no solo a mujeres asesinadas, sino también a hijos huérfanos y familias gravemente traumatizadas. En lo que va de año, al menos 28 mujeres han muerto en manos de sus parejas o exparejas.
Sucesos de este año
En enero, precisamente el 19, se dio a conocer la información de dos mujeres que fueron asesinadas en La Vega, a manos de un segundo teniente de la Policía Nacional.
El miembro del cuerpo del orden ultimó a su pareja Arianny Meilyn Marte, de 25 años, y a su suegra, Maricela Rodríguez Marte, de 51. Según familiares, el hombre era reincidente en actos de violencia.
En igual mes, pero el día 30, un sargento retirado de la Policía de 60 años mató su expareja de 51 en el sector Doña Antonia, Sabana Toro, en San Cristóbal y tras cometer el crimen, el hombre se quitó la vida.

Factores de riesgo
“Esto habla de una vulnerabilidad de trastornos mentales, de mal manejo de conflictos que tienen muchos de los miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, con el agravante que tienen conflictos familiares y de pareja y están armados”, puntualizó el psiquiatra.
Detalló factores de alto riesgo como trastornos sin tratar, mal manejo de la ira y los impulsos, cultura machista profundamente arraigada, con el agravante de que están armados.
Indicó que estas condiciones, en conjunto, convierten a algunos miembros en “parejas de alto riesgo”, con capacidad de causar un daño irreparable.
El feminicidio no es espontáneo: hay señales previas
El feminicidio, afirmó el especialista, no es un acto espontáneo. Está precedido por una historia de maltrato, de hostigamiento, de control, de acoso y de mala convivencia.
De hecho, en este caso ocurrido en Mejoramiento Social de esta capital, en el que el capitán del Ejército Samuel Mora Alcántara asesinó a Elania Garlaza Cabrera, expareja, y Beatriz Cabrera, algunos familiares relataron que este siempre se mostraba con una actitud posesiva y controladora, a pesar de llevar dos separados.
Sin embargo, pese a las señales, las redes de protección no se activan a tiempo, y muchas denuncias o llamados de auxilio quedan sin respuesta o seguimiento.

Llama a activar protocolo salud mental
El psicoterapeuta recomendó que se activen los protocolos dentro de los organismos de seguridad del Estado
Gómez llamó al ministro de Defensa, jefe de la Policía y ministra del Interior y Policía, a que a través de estos protocolos se identifiquen y atiendan con urgencia a los individuos que presenten conflictos emocionales, comportamientos violentos o disfunción en relaciones familiares.
“Es imprescindible que estas personas reciban terapia individual, terapia marital o familiar, y sean retiradas temporalmente del acceso a armas”, afirma el psiquiatra.
Violencia relacionada a sistema machista
El expresidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría precisó que entre los factores que inciden en hombres violentos contra parejas están el sistema de creencia distorsionado y limitado, arraigado en la cultura machista, que los lleva a pensar que las mujeres son de su propiedad o que estas no los pueden dejar.
“Esa cultura machista de posesión, de lo que le llaman crisis de identidad, que no aceptan que los dejen ni que rompan relaciones ni que terminen relaciones, ese sistema de creencia distorsionado lleva muchos hombres a la violencia”, insistió.
Resaltó, además, que se trata de hombres con poca inteligencia emocional, con pocas habilidades y destrezas para manejar conflictos de manera asertiva.
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Yamer Javier
Periodista especializada en la fuente de salud. Máster en Comunicación Estratégica y Relaciones Públicas,