El psicólogo Luis Bergés, entrevistado por las periodistas Indhira Suero y Edith Febles, en el programa El Día.
Santo Domingo.– “Un insulto tienen sentido e impacto en la persona cuando existe un contenido que se asocia a alguna debilidad que la persona piensa que tiene”, indicó hoy el psicólogo Luis Bergés, con relacion al caso del expresidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), vicealmirante retirado, Félix Alburquerque Comprés acusado del ultimar al comunicador Manuel Taveras Duncan.
Según el testimonio de Miguel Cornielle Ureña, un amigo con el que Ducan estuvo compartiendo minutos antes de su muerte, este le llamó a Alburquerque Comprés, “g… corto”, una ofensa que hace alusión al órgano reproductor masculino y eso fue el origen de la discusión.
“Ese cuadro dice que en cada acción criminar cuando hay un detonante de ese tipo, un insulto, el mismo tiene sentido e impacto en la persona cuando existe un contenido y sí por alguna razón esa debilidad es central dentro de lo que el otro aspira o ve fundamental para sí mismo vienen la frustración, que va acompañada de un enojo”, explicó el director de director del Centro de Investigación y Ciencias de la Familia de la Universidad Católica.
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“El que mata a una apersona no es solo por conducta, ya lo tenía en el pensamiento”, dijo el especialista en la conducta humana entrevistado en el programa El Día, que se trasmite por Telesistema canal 11.
Recordó que ninguna de esas causas es justificada para un crimen, «eso se une a lo que definimos como conducta violencia y conducta criminal».
Sociedad violenta
Sobre el aumento de la riñas el psicólogo explicó que en la sociedad dominicana aún se tiene un «modelo de hombre guapo que responde a un perfil de impulsividad, de pensamiento hostil, de intolerancia, de decisión de firmeza cuando se trata de vengar».
El especialista reveló que mientras se tenga estos parámetros sociales no será extraño encontrar que de 27 mil internos en las cárceles dominicanas solo 700 son mujeres y los demás hombres.
Manifestó que la violencia que vivimos viene de atrás, después de la Segunda Guerra mundial que caen los regímenes de dictadura y emergen los perfiles democráticos en América Latina, hubo un surgimiento de organismos multilaterales que se dedicaron a vigilar el compartimento políticos de los pueblos. Desapareció la violencia política, ya no hay crímenes de estado, pero se mudó a los hogares y al trato social.
Luis Bergés recordó que en la última encuesta de UNICEF se mostró que el 62 por ciento de los hogares dominicanos se está educando con castigo físico, esto deja como mensaje a nuestros niños de que solo con violencia se resuelven los problemas y eso a su vez es lo que van a llevar a la convivencia con los demás.
“Ese es un reto que tenemos, las estadísticas nos lo muestran, pero no se traducen programas de ayuda y eso es una adeuda social que tenemos”.
Violencia post pandemia
Con relacion a los niveles de violencia como resultado de la pandemia del covid-19, Vérges aseguró que todos los perfiles negativos aumentaron; desde los problemas de salud mental hasta las psicosociales.
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Asimismo, dijo que pese a lo antes mencionado, «Es bueno también cuidarse…de querer culpar a la pandemia de todo lo que está pasando en violencia porque eso pudiera ser un recurso peligroso».
«El cerebro es un órgano que está concebido para qué, para buscar el placer y evitar el dolor…entonces si tú le haces caso a la primera reacción que te pide la mente pues definitivamente van a pasar estas cosas», agregó.
Vérges dijo que es necesario que la ciudadanía gane tiempo ya que aquellos que han cometido crímenes en contra de otras personas aseguran que si se hubieran detenido a pensar las consecuencias de sus actos no lo hubieran hecho.
Feminicidios
Los feminicidios se pueden prevenir, explicó que de todos los crímenes este es de los que tienen señales, no surgen de manera súbita como las situaciones que se presentan de discusiones en las calles.
“Primero se dan señales de posesividad, donde el agresor demuestra que la mujer es importante en la medida de que deja poseer”, apuntó que el director de director del Centro de Investigación y Ciencias de la Familia de la Universidad Católica.
Según estudios unos de los principales detonantes es la participación social de la mujer; es por eso que en el año 2020 se impuso la ley del distanciamiento social bajó el nivel de violencia hacia la mujer.
Berges manifestó que en la actualidad tenemos un problemas que no es la cantidad de feminicidios si no la calidad. Ahora tenemos los feminicidios ampliados que es cuando no solo se mata la mujer, sino también a familiares y amigos.