Psicólogo clínico narra que ser autista no limita tener vida plena

Santo Domingo.-Al año de nacer y cuando apenas empezaba adquirir la lengua materna, Luis David Coste Sánchez, hoy todo un psicólogo clínico graduado con honores en el 2015, experimentó una regresión en el aprendizaje lingüístico hasta alcanzar la edad de cinco años.
“Fui diagnosticado extremadamente tarde –a los 13 años- con síndrome de Asperger, etimología con la que inicialmente se conocía el trastorno del espectro autista (TEA) y a los 21 años me confirmaron la situación de salud”, narró.
Sin embargo, esa “sentencia de vivir con una condición especial”, no lo limitó y hoy se desempeña como encargado de la Unidad Audiológica del Hospital Central de la Fuerzas Armadas, además de ofrecer consultas en un centro privado de otorrinos.
Reacción diagnóstico
Cuenta que cuando le dieron el diagnóstico inicial, su padre, un militar recto, pero amoroso, lo único que dijo fue: “Él se va a terminar de criar”, al tiempo de dejándole entrever que no sería un parásito para la sociedad.
Su progenitor tenía la convicción de que las personas no podrían limitarse y aun siendo neurotípicas, igual pueden hacer lo que otras hacen si cuentan con sus manos, pies y demás miembros del cuerpo.
“Mi madre atinó a decir: —No señor, mi hijo no está loco…”, comentó Luis David tras remembrar que siempre lo veían distraído en clases, jugando con las manos, no conversaba con nadie, sí exhibía cierto grado de inteligencia. No le gustaba escribir, tampoco lo hacía en la universidad, y asegura que culminó la carrera en la Universidad OyM Dominicana con una cátedra, es decir, una mascota.
Siendo así, prestaba atención y le pedía a sus maestros que le preguntaran todo lo que querían, le respondía acertadamente y por eso le admiraban.
Hereda una deuda
Tras culminar su carrera, Luis David se casó y procreó tres hijos, dos de estas hembras, la más pequeña que nació con el síndrome de ALG 13 (trastornos congénitos incompatibles con la vida), falleció hace dos años.
Fruto de esa situación, heredó una deuda económica que no sabe cuándo terminará de pagar, ya que los tratamientos eran extremadamente altos.
El joven psicólogo, con 30 años de edad, participó en el conversatorio del primer aniversario de “Azul Podcast”, que dirige la presentadora de televisión Sharmín Díaz a propósito de que octubre es el Mes de la Concientización del Síndrome de Down, discapacidad que guarda dualidad con el autismo.
