Orinar en público se ha convertido en tal inconveniente en San Francisco que la municipalidad ha pintado nueve muros con una pintura repelente que hace rebotar la orina sobre el infractor.
Es la medida más reciente para lidiar con un problema crónico.
Mohammed Nuru, director del departamento de obras públicas de San Francisco, dice que los contraventores se arrepentirán después de un solo intento.