Santo Domingo.-El sometimiento al Congreso Nacional del proyecto de ley, de parte de la Junta Central Electoral (JCE), que establecería formalmente la figura del referendo para la consulta ciudadana de determinados aspectos relativos a decisiones de la vida nacional, podría generar un “seísmo político” que tenga como centro de atención la reelección presidencial.

La Constitución no establece claramente lo relativo al alcance del referendo, por lo que deja a la ley el resto, cuya aprobación requiere de una matrícula de las dos terceras partes, pero de la sesión en la que se conozca la iniciativa.

En la Carta Magna vigente desde el 26 de enero del año 2010, se establecieron dos categorías de referendo, uno para asuntos municipales y otro destinado a los de carácter general.

En el primer caso, señala en el artículo 203 que “la Ley Orgánica de la Administración Local establecerá los ámbitos, requisitos y condiciones para el ejercicio del referendo, plebiscito y la iniciativa normativa municipales con el fin de fortalecer el desarrollo de la democracia y la gestión local”.

Mientras que en el artículo 210, referente a las demás situaciones objeto de de la figura, sostiene que “las consultas populares mediante referendo estarán reguladas por una ley que determinará todo lo relativo a su celebración, con arreglo a las siguientes condiciones: 1) No podrán tratar sobre aprobación ni revocación de ninguna autoridad electa o designada. 2) Requerirán de previa aprobación congresual con el voto de las dos terceras partes de los presentes en cada cámara”.

Repostulación

En el caso de respostulación habría que ir, sin que la Carta Magna lo exprese concretamente, lo que establece el artículo 124:”el Presidente de la República no podrá ser electo para el período constitucional siguiente”.

En vista de esa falta de claridad del texto constitucional, se deja el camino abierto al campo de las conjeturas y de las especulaciones propias de la política nacional.

Partiendo del hipotético caso de que el Presidente Danilo Medina procure la reelección, tendría de fundamento a quien sería su opositor a lo interno para la nominación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández Reyna, quien hace tres años planteó que legalmente se podría optar por un nuevo mandato mediante ese mecanismo, sin modificar la Constitución de la República.

Circulaban los aires navideños de diciembre del año 2010 cuando llegaba a su clímax el alborozo de muchos, en el ámbito del peledeísmo, de que Fernández Reyna, en ese entonces Presidente de la República Dominicana, siguiera “subido en el palo”, tal y como lo cantaba con gran énfasis el merenguero cotuisano José Virgilio Peña Suazo.

El problema radicaba en que para eso habría que modificar la Carta Magna recién votada, el 26 de enero de ese mismo año, que consagraba la prohibición de la reelección presidencial consecutiva.

Teóricos del constitucionalismo, profesionales, políticos, “expertos” de los medios radiales y televisivos que han venido proliferando y hasta la “gente de a pie” opinaban acerca de si era legal o no una modificación constitucional para el restablecimiento de la reelección. Ellos, con eso, quizás inconscientemente, hacían reverencia a la célebre frase del escritor catalán Josep Plá, de que “opinar es más fácil que describir, inmensamente más fácil, porque todos opinamos”.

En el contexto anterior, el 20 de diciembre del 2010, Fernández Reyna convocó a una reunión en el Palacio Nacional a ejecutivos de medios de comunicación, con motivo de las navidades, y por supuesto, la pregunta de la reelección no podía faltar en un escenario tan ideal.

La respuesta del entonces Jefe del Estado fue la siguiente: “Jamás intentaré una modificación de la Constitución para repostularme a un tercer mandato”. Y más adelante observó la existencia del referendo, del que dijo: “Es justamente la consulta al soberano, existe; no es cambiar la Constitución, no, cambiarla no. El referéndum está ahí”.

El debate

La discusión del referendo aprobatorio va a generar, sin duda alguna, debates encontrados, contradicciones y hasta especulaciones políticas diversas en el país, debido a la falta de claridad.

Una pregunta para comenzar sería ¿La puerta que dejó abierta el actual presidente del PLD en el año 2010, hoy puede ser empujada por seguidores del presidente Medina para que siga en el poder?

En política se afirma que la última palabra aún no se ha dicho y que es el arte de lo que conviene. Al menos, el debate con el referendo ha quedado abierto y será motivo de discusiones apasionadas para rato en el país.