Debe de ser muy complicado el procedimiento de una declaración jurada. De otra manera no se entiende que tras los cambios de mandato en cualquiera de los niveles de elección tengamos la misma cantaleta con los funcionarios que tienen la obligación, pero que no la cumplen o lo hacen con tardanza, de hacer una lista de sus haberes y teneres, someterla a lo que manda la ley y entregarla a la institución correspondiente.
Si es por la complicación del acto en sí, tal vez ayude a los funcionarios el hacerles saber, particularmente a los que deben someterse a la decisión de los votantes, que la gente considera más complicado ser candidato a cualquier puesto, particularmente por la cantidad enorme de dinero con el que se debe contar.
Se acercan
Los plazos límites para la entrega de las declaraciones juradas se cumplen a mediados de este mes. Mientras tanto desde el Gobierno se trata de que los funcionarios se comprometan con una particular orientación ética. Pero la ética no es la ley. La ley sí.