Propone que culto centenario a San Antonio Negro en Yamasá sea reconocido como Patrimonio Nacional

Propone que culto centenario a San Antonio Negro en Yamasá sea reconocido como Patrimonio Nacional

Propone que culto centenario a San Antonio Negro en Yamasá sea reconocido como Patrimonio Nacional

El domingo 11 de junio fue la fiesta de los hermanos Guillén, como también se conoce esta actividad, en la que cientos de personas de diferentes puntos del país participaron del culto a San Antonio Negro.

YAMASÁ, Monte Plata.- El Espacio de Comunicación Insular (Espacinsular) y Radio Cimarrona www.radiocimarrona.com propusieron que el culto a San Antonio Negro que realizan cada año los hermanos Guillén en su taller de artesanía taína, preservando una tradición que data de 113 años, sea declarado por el Estado dominicano como Patrimonio Nacional.

El domingo 11 de junio fue la fiesta de los hermanos Guillén, como también se conoce esta actividad, en la que cientos de personas de diferentes puntos del país participaron del culto a San Antonio Negro, que es el resultado del sincretismo de San Antonio de Padua con un santo procedente de África al que la población traída a la isla de ese continente y esclavizada rendía culto, según ha documentado el sociólogo Dagoberto Tejada.

Si bien el santoral católico dedica el 13 de junio a San Antonio, esta celebración en Yamasá se realiza el domingo más próximo a esa fecha. Radio Cimarrona www.radiocimarrona.com, medio de comunicación de Espacinsular, transmitió en vivo durante más de 8 horas entrevistas, comentarios y música tradicional.

“Esta festividad es de tanta trascendencia que se ha convertido en un gran encuentro de la cultura dominicana, donde se puede encontrar en un mismo espacio gagá, pri-prí, zarandunga, palos, salves y las expresiones culturales únicas de Yamasá, como la música y el baile de jera-pega”, expresó la comunicadora y folclorista Xiomara Pérez, quien cada año participa de la celebración, documentando los cambios que se van experimentando en ella.

Los hermanos Guillen, Ramón Antonio, Jesús Antonio, Esteban Antonio y Manuel Antonio, mantienen esta celebración religiosa y cultural que inició hace más de un siglo su bisabuela Albertina Torres, y que a su muerte continuó su hija Juana Antonia, tía de los hermanos que se constituyeron en el relevo de una tradición que al pasar de los años se ha convertido en una importante expresión de la identidad nacional, considerada por estudiosos de la cultura como única en su género.

Por su valor cultural, el Espacio de Comunicación Insular y Radio Cimarrona propusieron que, desde el Estado, el Ministerio de Cultura reconozca el aporte de los hermanos Guillén a mantener, promover y valorizar la cultura nacional en sus distintas expresiones, declarando esa celebración como Patrimonio Nacional.

 

 

El ceremonial

La Fiesta a San Antonio Negro inició con una celebración eucarística en la iglesia San José de Yamasá, al término de la cual se realizó una procesión para trasladar la estatua de barro del santo hasta su altar, localizado en el sector El Rincón, en el lugar donde la bisabuela Ernestina inicio este culto hoy centenario, y el mismo lugar donde los hermanos Guillen establecieron el taller de artesanía taína. Junto a la feligresía, decenas de niñas vestidas de blanco y azul acompañaron el desfile.

Al llegar a la entrada del lugar donde se encuentra el altar, la estatua de San Antonio Negro que presidía la procesión fue recibida por los hermanos Guillén junto a la reina y al rey de la celebración, mientras se intensificaban los palos en honor al santo, una tradición que tiene su origen en la cultura africana.

En la parte exterior del altar se divisaban tres pequeñas cruces decoradas con papeles multicolores, donde miembros de la Cofradía del Santo Cristo de Bayaguana que suelen participar de la actividad hicieron un ceremonial mientras San Antonio Negro era paseado entre los presentes. Ya colocado en su altar, iniciaron las salves en honor al santo mientras en el exterior continuaron los palos.

Entonces inicio el baile. Como se trataba de palos de velación, las parejas danzaban una al frente de la otra sin juntar sus cuerpos. En otras áreas se bailaba guaracha, pri-prí, sarandunga y jera-pega, mientras el grupo de gagá de La Guazumita y personajes del carnaval de Fantino con sus ritmos contagiantes recorrían el lugar.

En la festividad a San Antonio Negro estaba una representación de las tres veces centenaria Hermandad de la Ermita de La Dolorita, de Los Morenos de Villa Mella, que acudió a cantar salves, así como de la agrupación Vivencia Ancestral, integrada por jóvenes de la referida comunidad que tienen la misión de preservar esa tradición religiosa y cultural.

Exposiciones

En la fiesta se establecieron casetas para la promoción y venta de productos y servicios de la provincia, como la Ruta de Agroturismo y Cultura de Yamasá y Peralvillo, la Ruta Ecoturística y Cultural de Monte Plata, el Clúster Turístico de Monte Plata, la Asociación de Productores Orgánicos Los Botados, Loma Pan de Azúcar – turismo ecológico, el apiario Luna de Miel y la picadura de tabaco Bambulo, entre otros.



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