Para Castillo Pimentel el trabajo no es una obligación, sino un entretenimiento, lo que también predica a sus hijos. Elieser Tapia
SANTO DOMINGO.-Para el empresario Manuel Castillo Pimentel, el trabajo ha sido siempre visto por su familia como una diversión y no como un sacrificio.
Con toda una vida dedicada al campo, el padre del aguacate tipo “Hass” en el país, del cual es el principal productor y exportador, ha visto realizado el sueño que inició en los años 80 junto a su hermano, y en el que ahora están involucrados todos sus hijos (tiene cinco).
Oriundo de San José de Ocoa, Castillo Pimentel se inició en el campo a temprana edad, en una finca que producía papa, café y habichuela, la cual había adquirido padre, quien huía de la represión trujillista en ese entonces.
El empresario aguacatero narró que se inició en el mundo de la agricultura a la edad de ocho años, cuando en sus vacaciones de verano se trasladaba hasta la finca de su padre, a quien ayudaba llevando la contabilidad del “café uva” que allí se producía.
Al pasar los años Manuel adquirió mayores responsabilidades, encargándose luego de vender y transportar las mercancías del almacén de provisiones propiedad de su familia, donde obtuvo su primer sueldo de RD$75.
Aguacate como negocio
En la década de los 80, Manuel Castillo Pimentel y su hermano se asociaron para incursionar en la producción de aguacates y cítricos, adquiriendo para ello una finca de 1,500 tareas de tierra en su natal San José de Ocoa.
“Allí sembramos unos 40 mil árboles de aguacate.
Los asesores en California me dijeron que era un error sembrar aguacate en Ocoa por el nivel del terreno, lo cual no fue cierto”, dijo.
El pionero en la producción del aguacate tipo “Hass” en el país indicó que logró expandirse gracias a su instinto en el negocio agrícola, inclinándose por el cultivo de dicha variedad por su gran demanda, además de que logró adaptarse al ambiente.
El proceso de producción de aguacate “Hass” se inició en los viveros de San José de Ocoa, donde ahora trabajan unas 300 personas en las diversas fases. Explicó que en la primera se siembran las semillas de aguacate criollo para que germinen, y cuando empiezan a salir las plántulas entonces les hacen el injerto para el aguacate tipo “Hass”.
Después de ocho meses de ser injertada, la planta está lista para ir al campo, sin embargo, es a los tres años cuando empieza a producir.
El proyecto Macapi, el cual posee un gran acento familiar, es desarrollado desde la zona de El Calimete, justo en la línea fronteriza en la provincia Elías Piña, debido a que se encuentra a unos a 1,700 metros de altura y su clima fresco es semejante al de Constanza.
En la actualidad la finca en El Calimete posee dos millones de plantas de aguacate a lo largo de 20 kilómetros de línea fronteriza, cuyos frutos son procesados en una planta ubicada en la comunidad Quita Sueño, en Haina.
En esta planta Macapi desarrolla proyectos para incluir en su producción otras pulpas de frutas tropicales, como guanábana y chinola.
Personaje
Nombre: Manuel Castillo Pimentel
Casado: hace 42 años
Hijos:5
Ocupación:Empresario
Opinión:
“Decidí exportar aguacates porque no me gusta depender de los vaivenes de la política”.
El gran mercado
— Exportación
Para este año, Macapi tiene contemplado cerrar sobre las 10 mil toneladas métricas de aguacate, equivalentes a unos 500 furgones, con un valor entre los 15 a 20 millones de dólares, cuyo principal destino es Estados Unidos.