SANTO DOMINGO.-El alto grado de desforestación que poseen los bosques en Haití pone en riesgo los recursos hídricos de la isla, aumenta la tendencia migratoria de los residentes en esa nación hacia el país e incrementa la presión en los bosques locales.
A pesar de la independencia jurídica entre ambas naciones, el ecosistema no tiene fronteras, afirmó el ambientalista Luis Carvajal.
“El que Haití tenga menos del 1% de bosques primarios provoca efectos negativos sobre la capacidad de incorporar agua a los recursos hídricos”, puntualizó Carvajal.
Además, indicó que esos niveles de deforestación provocan la incapacidad de producción de alimentos en esa nación, lo que aumenta la migración masiva al país.
El informe de la Academia de Ciencias de Estados Unidos reitera la necesidad de que el Estado aumente la vigilancia en la cordillera Central y en las sierras de Bahoruco y Neiba y que el país no se convierta en fuente de abastecimiento de madera para construcción y producción de carbón, puntualizó Carvajal.
Expresó que ambas naciones están obligadas a establecer planes de recuperación.
Para hacer cumplir las normas ambientales frente a esta realidad que vive Haití y preservar los recursos naturales, el Estado debe incrementar la vigilancia y fiscalizar a infractores, indicó César Vargas, director del Instituto de Derecho Ambiental.