SANTO DOMINGO.-El Partido Revolucionario Moderno (PRM) junto a las demás organizaciones que conforman el Bloque de la Oposición consideran que el presidente Danilo Medina, como Mandatario y líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), debe asumir su responsabilidad frente al generalizado descreimiento público que tiene la ciudadanía y los organismos internacionales del actual esquema de gestión del sistema electoral dominicano.
Así lo afirmó el presidente del PRM, Andrés Bautista, quien manifestó que la clara estrategia del PLD es de entretener a la oposición y la sociedad civil, discutiendo unos proyectos de ley, que de aprobarse y ser administradas por los mismos actores imbuidos y que en la práctica hayan demostrado tanto desprecio a la vigencia de los valores democráticos y la institucionalidad, serían violadas sistemáticamente, como tantas otras que se violan frecuentemente en este país.
Considera que «la actitud del partido de gobierno de mantener una doble agenda, entretener a los actores de la sociedad civil y de la oposición en el Diálogo, mientras acelera la selección de sus cuadros políticos en el Senado para la nueva Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral (TSE), demuestra que el único interés que tienen el presidente Danilo Medina y el PLD es mantener esos órganos de arbitraje integrados por militantes de su partido y que sirvan estrictamente a los intereses políticos del Mandatario».
Reiteró que las declaraciones del ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, en la que afirma, que la intervención del Presidente de la República y líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, en la definición de la agenda del diálogo político institucional violaría la Constitución, no es más que otra evidencia de la falta de responsabilidad y compromiso con la democracia con que están actuando dicha organización y su Gobierno, frente a una situación tan delicada e importante para la paz y la estabilidad general de la sociedad dominicana.
“Es inaudito, que valiéndose de subterfugios manidos sean los titulares del propio gobierno los que se opongan radicalmente a la designación de una Junta Electoral imparcial e independiente”, dijo.
Señaló que esa oposición, apoyándose en la fuerza y en su mayoría mecánica, a la conformación de órganos que garanticen un verdadero arbitraje electoral, demuestra que tampoco existirían garantías de cumplimiento de los preceptos de una eventual Ley de Partidos o de Régimen Electoral.
Finalmente reitera que “sin unos órganos electorales integrados por árbitros imparciales no hay ley que valga por lo que, sin una JCE y TSE imparciales no hay Democracia”.