Primeros en los extremos

En todos los aspectos de la vida siempre luchamos por ser los primeros, sin embargo, hay situaciones en las que no es agradable estar en la punta.
En el béisbol de las Grandes Ligas estamos en la cima en muchos renglones buenos, pero también estamos en los malos, algo que nos produce un efecto agridulce.
Es increíble como cada vez que la oficina de Grandes Ligas impone nuevas reglas sobre cualquier renglón que afecta el buen desarrollo del juego, los dominicanos somos los más activos en quebrantarlas.
Somos los primeros en falsificaciones de edades y nombres, algo que a decir verdad se ha reducido bastante, debido al gran esfuerzo de la oficina del Comisionado de Grandes Ligas que funciona aquí, única fuera del territorio estadounidense.
Todavía seguimos a la vanguardia en las suspensiones de consumo de esteroides, incluyendo que Jenrry Mejía es el único jugador expulsado de por vida por dar tres veces positivo. El también lanzador Adrián Salcedo está a ley de un strike para seguir los pasos de Mejía.
Ayer nos sorprendió la suspensión por esteroides del hermano Abraham Almonte, quien es devoto de la religión, alguien que jamás usted iba a pensar que haría trampa para mejorar su rendimiento.
En julio del año pasado la oficina del Comisionado de Grandes Ligas y el sindicato de peloteros acordaron sobre una nueva política sobre violencia doméstica y de inmediato uno de los pioneros es el dominicano José Reyes, junto a los cubanos Yasiel Puig y Aroldis Chapman.
Ya Reyes, quien tiene que ir ante un juez el próximo cuatro de abril, está recibiendo un mayor castigo que los cubanos, quienes por lo menos están practicando con sus compañeros.