
Santo Domingo .-Una emergencia la llevó a tomar 10 mil pesos prestados a una empresa informal que realizaba préstamos hace cinco años, con el tiempo su crédito incremento, al punto de tener acceso a hasta 200 mil pesos, cuenta Andrea Lantigua.
La maestra de 32 años quien se mantiene tomando prestado tanto a entidades financieras como a empresas informales para pagar la deuda.
Cuenta que paga 10 mil pesos mensuales a los prestamistas, un 5 % de interés mensual. “La realidad es que aunque cobren intereses altos, es un dinero fácil y rápido sin proceso y sin necesidad de llenar muchos papeles”, justifica la dama.
Como Lantigua, Jesica Sánchez de 36 años, dueña de un salón de belleza de servicio a domicilio también tiene una deuda de 25 mil pesos y paga 2,500 pesos quincenales hasta que consiga el capital para saldar la deuda completa.
Similar experiencia tiene Feliz Rondón, de 40 años, de empanadas King.
“La experiencia me enseñó que lo fácil sale caro, y aunque el dinero me lo entregan rápido, con el banco tengo más tiempo para pagar e intereses más bajos, pero no voy a negar que he tenido emergencias y termino en manos de los usureros”, argumentó.
Pero no todos terminan con una grata experiencia, Modesta Hidalgo, cuenta que está "fichada" en buró de crédito, tras su padre usar sus datos para tomar cuatro mil pesos prestados a un prestamista.
“Mi padre se atrasó en los pagos semanales y las personas sin orientarme de lo sucedido, me pudieron en cicla”, lamentó la dama de 38 años.
El mercado de los préstamos informales ha cambiado de estrategia; ahora no solo se abren rutas de préstamos, sino que también se suben a las plataformas digitales y sus anuncios están hasta en las redes sociales y aplicaciones móviles.
De hecho, al consultar en Internet encontramos más de 20 empresas con distintos nombres bajo el sello de inversiones y más, que ofrecen crédito en menos de 24 horas sin necesidad de garantes o papeles.
En las redes sociales existen decenas de cuentas que prometen ser la solución a sus necesidades financieras, especialmente cuando enfrentan dificultades para obtener préstamos a través de bancos o cooperativas.
Sin embargo, la búsqueda de alternativas ilegales y fraudulentas, a menudo los sumerge en una red de estafas, caracterizadas por intereses exorbitantes y el riesgo de extorsión si no pueden cumplir con los pagos dentro de los plazos estipulados.
Algunos de esos prestamistas toman posesión de las tarjetas de débito de sus deudores y hasta contraseña del internet banking .
Algunas de esas redes de prestamistas tienden a secuestrar cajeros con hasta 10 y 20 tarjetas entre los días 15 y 30 y a partir del 20 de cada mes.

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Dilenni Bonilla
Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con diplomados en Comunicación Estratégica, Economía, Finanzas y Fondos de Pensiones.