Estados Unidos sigue queriendo hacerse el desentendido con la crisis haitiana y sin ningún reparo presiona para que República Dominicana siga cargando pesado.
En varios escenarios internacionales, representantes de organismos estadounidenses han planteado que el Gobierno afloje su política migratoria. A veces lo hacen de manera velada y otras de forma directa, como es el caso de la USAID.
Canadá tampoco ha sido lo tan diligente que se esperaba, mientras que los países de la Unión Europea prácticamente se han olvidado de la existencia de Haití.
Abogados defensores
La gente no debe sorprenderse porque un abogado defensor diga hasta absurdos para complacer a su cliente. Al abogado le pagan para que asuma las causas de sus clientes, eso es entendible.
Ahora bien, el abogado pasa la raya y puede hasta convertirse en cómplice de su cliente cuando deliberadamente altera pruebas, elude cuerpos del delito o se involucra en actividades criminales, incluyendo el lavado de activos.
Las declaraciones de un abogado señalando que su cliente, el confeso asesino de Orlando Jorge Mera, no era culpable, generó desde burla hasta indignación. Hasta ahí se entiende que cumple el rol por el cual le están pagando.
Lo preocupante sería si se presta a actos que alteren pruebas, use argumentos falsos, invente pruebas o argumentos e incluso prestarse a revictimizar a la víctima. Mientras tanto, todo queda en lo anecdótico o en lo procesal. Los abogados saben cuándo cruzan la línea y cuándo cumplen con su deber profesional.