La práctica evidencia que el aglutinamiento de la ciudadanía organizada y con un objetivo común obtiene frutos positivos. Ahí está la lucha por la asignación del 4 por ciento del Producto Interno Bruto para el sector de la educación.
La cohesión social fue clave para que hoy el Ministerio de Educación disponga de fondos para construcción de nuevas aulas y el equipamiento de escuelas.
Lo mismo ha ocurrido con la eliminación del artículo 85 del Código Procesal Penal para despojar a la ciudadanía del derecho de querellarse contra funcionarios que existan pruebas sobre supuestos actos de corrupción.
Contrario a las protestas callejeras y desorganizadas, las jornadas por el 4 por ciento y ahora en repudio por la eliminación del artículo del Código Procesal son totalmente diferentes y con una planificación de lucha y objetivos claros.
¿Y los partidos?
Como ha ocurrido en los últimos tiempos, los partidos políticos han mantenido una postura apática sobre temas de debate nacional, dejando ese rol a organizaciones de la sociedad civil.
