Santo Domingo. –El Instituto de Investigación Social para el Desarrollo (ISD) y Oxfam en República Dominicana presentaron el estudio “Captura política en la gestión de riesgo de desastres: entre discrecionalidad y asistencialismo” durante un panel organizado por la Fundación Friedrich Ebert, en el que participaron Lety Melgen y Anselmo Muñiz, del ISD, coautores del informe, y Camila Rodríguez de Oxfam.
A partir de la metodología de captura política desarrollada por Oxfam, el informe describe y analiza cómo la política del Estado ante los desastres provocados por eventos climáticos se ve capturada por una élite política y económica que se beneficia de la adversidad de las personas en mayor situación de vulnerabilidad.
Según el estudio, en República Dominicana se ha dado una captura de la política pública de gestión de riesgo por parte de una “élite” que saca provecho de las intervenciones post desastre, mediante la creación de una red de aliados, amigos, empleados y familiares que, además de apropiarse de los proyectos de respuesta, genera en las comunidades grupos de población con un mayor acceso a los recursos de poder”.
“Los factores estructurales que facilitan la captura de la política de gestión de riesgo son: las desigualdades socioeconómicas, la ausencia de frenos y contrapesos institucionales, la pasividad de la oposición política, los imaginarios autoritarios, y un marco regulatorio que requiere importantes ajustes”, señala el documento,
El informe también afirma que: “La modalidad asistencial y residual de las intervenciones estatales perpetúan el riesgo o lo sustituyen por otro, manteniéndose así los niveles de vulnerabilidad social y económica. Esta vulnerabilidad tiene un impacto extra en la vida de las mujeres y vinculado con una mayor exposición al riesgo al momento del paso de un fenómeno natural, debido a su menor acceso a recursos económicos y sociales”.
Al presentar los resultados del estudio, Lety Melgen y Anselmo Muñiz coincidieron en que la captura de las políticas sociales es sintomática en el Estado dominicano, y refleja la conformación de un nuevo tipo de autoritarismo en el que la tecnificación de los dispositivos permite a la élite política enriquecerse a costa de las necesidades de la población.