Se suele pensar que el alineamiento de todos los dientes del que tanto hacemos énfasis los odontólogos es por una razón únicamente estética, pero la verdad es que es necesario ocluir o morder bien para prevenir muchos problemas y enfermedades. Obviamente los dientes alineados de manera correcta darán un aspecto de belleza a tu sonrisa pero lo más importante es mantener la salud y preservar la dentadura.

La oclusión es cuando contactan los dientes inferiores con los superiores, dicha oclusión debe ser clase I (la mordida ideal). Cuando la oclusión se escapa de ese parámetro puede ocasionar continuos dolores de cabeza, ronquidos crónicos al dormir, dolores en el cuello, tensiones musculares, problemas en la postura, impedimento para cerrar la boca, perfil antiestético, lesiones en el esmalte dental, gingivitis y demás complicaciones.

Llamamos mordida incorrecta cuando observamos en el paciente apiñamientos, sobremordida, mordida cruzada, invertida, abierta, entre otras.

Es muy importante corregir la oclusión antes de que la persona termine con su etapa de crecimiento para que el tratamiento sea lo menos invasivo posible y así evitar en la mayoría de los casos cirugías correctivas, también la corrección a tiempo siempre será mucho menos costosa que la tardía.

Existen personas que a simple vista sus dientes se ven “bonitos” pero muchas veces sin saberlo esconden maloclusiones, lo que quiere decir que aunque tu sonrisa te guste y sea estética, en caso de que a la consulta odontológica se detecte algún problema de oclusión, debes corregirlo.

Tener tus dientes alineados, en la posición correcta y con una mordida adecuada no es opcional, es una obligación.

Una mala mordida puede acabar con la mayoría de tus dientes, ¡te exhorto que prestes atención!

Dios te bendiga abundantemente.

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