Prepotencia imperial
Contrario a su promesa de ponerle fin a la guerra en Ucrania y hacer un alto al fuego en la Franja de Gaza, Donald Trump asume su segundo mandato a la presidencia de EEUU, planteando que continuará suministrando armas a Ucrania si ese país le pone en garantía sus reservas de uranio y litio. Del mismo, ha amenazado que EEUU controlará la Franja de Gaza, sacará al pueblo palestino de sus territorios y construirá una “Riviera”, aduciendo a la lujosa Riviera francesa, integrada por la Costa Azul, que incluye Montecarlo, Saint Tropez, el principado de Mónaco y Cannes. Es decir, que Trump, pensando como magnate inmobiliario y como hegemon imperial, amenaza con adueñarse de la Franja de Gaza y de despojar al pueblo palestino de los territorios que han sido su hogar desde antes de la existencia de gran parte de la civilización occidental, para construir una Riviera que compita con la francesa.
En su megalomanía imperial, el presidente Trump no solo ha mentido al mundo respecto al futuro de Ucrania y Palestina, si no, que ha llegado al gobierno profiriendo amenazas descabelladas a diestra y siniestra, las cuales, contrario a lo prometido, ponen en peligro la paz mundial, pues ha amenazado con anexarse también a Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá; a la vez que ha entablado una guerra comercial con Rusia, China, Canadá, México y Colombia; países a los cuales ha amenazado con aumentarle las tasas arancelarias, en sus exportaciones a EEUU, en más de un 25%, y en algunos casos, hasta el 100%.
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En vez de llegar con la pipa de la paz, el presidente Trump ha traído las viejas y arcaicas políticas de las cañoneras y el gran garrote. Todo lo cual es un indicador de que el actual inquilino de la Casa Blanca tiene pretensiones de revivir un imperio que está en franca decadencia, deterioro y bancarrota.
Mintiendo y llevando a la práctica una política prepotente, al mejor estilo del ganar-ganar empresarial, no es posible cambiar la correlación de fuerzas del planeta, en el cual se evidencia una genuina aspiración de un mundo multipolar, que reniega a la política hegemónica de un sheriff internacional, que se cree tener el derecho de hacer, deshacer e imponer sus políticas apabullantes; ya superadas, con la creación de mecanismos multilaterales como los BRICS, que representan las mayores economías del planeta, y que están sustituyendo al dólar como moneda de intercambio comercial internacional.
Todo parece indicar que el inmenso ruido que ha generado con su llegada el nuevo inquilino de la Casa Blanca, no constituyen más que alaridos y pancadas de ahogado.
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Johnny Guerrero
*Es abogado. Secretario General del Capitulo dominicano de la Asociación Americana de Juristas (AAJ). Miembro de: Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba y Foro Social Alternativo (FSA).
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