La Junta Central Electoral (JCE) concentra la mayor parte de sus esfuerzos en lo que tiene que ver con el registro civil, pero la población la evalúa fundamentalmente por su desempeño en la organización de las elecciones.
En un reciente encuentro de los miembros del Pleno de la Junta Central Electoral con la Sociedad Dominicana de Diarios externó sus tres principales preocupaciones para la organización del proceso electoral de 2024.
Lo decía en el siguiente orden: presupuesto, reforma de leyes electorales y el proselitismo a destiempo por parte de los partidos políticos.
El órgano electoral requiere de los recursos necesarios en el tiempo adecuado, pues la organización de las elecciones tiene plazos fatales. Las elecciones se organizan el año antes de su ejecución.
La tradición ha sido que el Poder Ejecutivo termina dotando a la Junta de los recursos que requiere, pero no lograremos la institucionalidad aspirada si no se le da certeza con tiempo suficiente.
Con relación a las reformas de las leyes electorales, el presidente de la Junta ha sido enfático en señalar que el organismo cumplió su tarea al someter su propuesta con tiempo suficiente, pero que de no ser aprobadas en la presente legislatura lo menos traumático es que las reformas se dejen para el próximo proceso, porque cambiar las reglas del juego a meses de las elecciones podría generar caos.
En gran parte las dificultades de la organización de las elecciones pasadas tuvo que ver con el cambio a destiempo del régimen jurídico que rige las elecciones y a los partidos políticos.
Con relación a la campaña a destiempo, solo señalaremos que la misma tiene su origen en deficiencias de la acelerada reforma a las leyes electorales a la que hicimos referencia en el párrafo anterior.
Se impusieron plazos absurdos e imprudentes, pero tampoco se le dieron las herramientas a la JCE para hacer cumplir esos plazos.
Las preocupaciones de la Junta deben ser atendidas por los actores políticos y sociales.