Preocupación válida

Preocupación válida

Preocupación válida

El Ministerio de Educación dictó la resolución 33/2019, firmada por el ministro Peña Mirabal, lo que motivó que el 30 de mayo Altagracia Suriel publicara en EL DÍA un artículo titulado “Equidad versus ideología de género”.

El tema es una preocupación e interés de la Conferencia del Episcopado Dominicano y de la mayoría de los dominicanos.

Preocupa que se quiera imponer una “Política de género” de manera subrepticia, sin ser consensuada con sectores importantes de la sociedad civil, con el Consejo Nacional de Educación, que es el órgano dentro del Ministerio desde donde se deben trazar todas las políticas públicas de educación, ni con los padres, actores fundamentales en políticas de educación.

A través de esta ordenanza se quiere comenzar a implementar una nociva ideología de género que destruye la familia y al ser humano.

Este proyecto lo impulsan reconocidos activistas que desde hace tiempo tratan de introducir, por cualquier vía, estas preocupantes ideas en nuestro país.

La brecha entre igualdad y desigualdad debe ser enfrentada con carácter. Luchar por la igualdad y equidad entre las personas sin importar su raza, creencia, sexo, edad o nacionalidad es esencial para el progreso social.

En su libro “20 valores para vivir” Altagracia Suriel comenta las sugerencias de Jesús para fortalecer la equidad, dice: “Jesús no hace excepción de personas.

Para Él todos somos iguales, porque tenemos la misma condición: hijos de Dios”; más adelante señala: “Jesús critica el uso del poder como sometimiento e imposición de autoridad y presenta un nuevo ejercicio del poder: el ejercicio que implica atender las necesidades del pueblo…”. Usar el poder para imponer ideologías a las mayorías, es un abuso de poder.

Inés Aizpún, en su editorial del “Diario Libre”, del 28/5/19, afirma: “La ideología de género como la quieren imponer los más radicales es opresiva, deforma la realidad, impone a las minorías sobre la mayoría sin necesariamente respetar sus derechos”.

El papa Francisco se ha referido en múltiples ocasiones sobre este tema, considerándolo como una colonización ideológica. Dice el papa: “Hoy a los niños -¡a los niños!-, en la escuela se les enseña esto: que el sexo cada uno lo puede elegir.

¿Y por qué enseñan esto? Porque los libros son de las personas e instituciones que te dan dinero. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes.

Esto es terrible”. En “Amoris Laetitia”, en el numeral 86, señala que la ideología de género “presenta una sociedad sin diferencia de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia”, una identidad humana que pueda determinarse de forma individual y ser cambiada en el tiempo, borrando la ley natural.

Abogamos para que se eduque a los niños (sin adoctrinamiento), desde los centros de enseñanza, sobre el respeto, la dignidad del ser humano, la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos y sobre el valor que tiene cada persona sin importar su condición. Lo apoyamos y valoramos.

Lo que rechazamos con toda energía es el adoctrinamiento ya conocido, que hacen estos grupos que se definen como “progres”, y que violentan las costumbres, cultura y Constitución de los países, en base a un lenguaje manipulado que crea confusión en cualquier ámbito de la sociedad.

Tenemos grandes desafíos que debemos enfrentar juntos. Hoy el mundo ha cambiado, tenemos que conocer la cultura en la que nos ha tocado vivir para impregnar esta cultura con los valores del Evangelio y el anuncio de Jesucristo. Y ser firmes en la defensa de sus valores.

*Por César Curiel de Moya



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