Ante la ola delictiva que hasta el propio jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, define como un desafío para las autoridades, la población lo que reclama es que haya sanciones drásticas por parte de los tribunales, ya que es harto sabido que muchas de las personas que delinquen logran la libertad con total facilidad.
La preocupación es vieja, por lo que la Cámara de Diputados motorizó hace algunos meses reformas al Código Procesal Penal para establecer penas más severas en hechos tan deleznables como el narcotráfico, el sicariato y otros crímenes agravados.
Es decir, que existe el intento de actuar, pero la Justicia debe colaborar más.
Mano dura
En medio de la impotencia, la ciudadanía no esconde su interés en que se actúe con mano dura contra los delincuentes, ya que creen que la cárcel no los regenera en su accionar.