Las redes sociales y los recursos de las nuevas tecnologías son una fuente de toda clase de información y comentarios. Entre algunos de los que ayer comentaban la inauguración de La Nueva Victoria cayó un balde de agua fría cuando les dijeron que no se trataba, en verdad, de una inauguración total del nuevo establecimiento, ni del cierre absoluto del viejo.
“¿Y entonces, no que se estaba haciendo con unos cuartos que paga Odebrecht?”. Cierto, pero una cosa es lo que dice el papel sobre el compromiso de la multinacional brasilera de la construcción y otra lo concreto, es decir, la entrega del dinero al que se comprometió, que, por lo visto ha resultado complejo.
Abinader y la suerte
Nadie pudo decir con certeza cuándo había sido el último pago. Para unos lo había realizado en noviembre y para otros sólo había entregado dos avances, así que la Procuraduría se habría juntado con 60 millones de dólares de los 184 millones pactados de a 30 cada vez; pero todos estuvieron convencidos de que el último de estos dos pagos había tenido lugar el año pasado. Con suerte fue construido uno de los cuatro módulos de La Nueva Victoria, que es el que ahora está siendo entregado para alojar a unos mil reclusos.
Sabido es que La Victoria, el penal, tiene a cerca de 9 mil reclusos. El comentarista de las redes finalmente encontró una salida: “Pues Abinader es un hombre que corre con suerte, ellos mismos le están haciendo espacio en La Victoria por si necesita trancar a unos cuantos”.
