Santo Domingo.-El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) proclamó ayer a Miguel Vargas Maldonado como su candidato presidencial para los comicios del próximo año, así como a los candidatos a los niveles congresual y municipal, y aprobó la línea de alianzas.
Ayer el PRD celebró la XXXIX Convención Nacional José Francisco Peña Gómez, convocada para esos fines, en cumplimiento a las disposiciones del Estatuto General del PRD, la Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, la Orgánica de Régimen Electoral y complementarias en los reglamentos de aplicación emitidos por la Junta Central Electoral.
Al pronunciar su discurso, Vargas Maldonado consideró que dicha nominación le representa un compromiso sagrado de trabajar con entrega y dedicación para llevar al partido al poder, “y convertir en realidad el ideal de democracia, libertad, bienestar e igualdad de oportunidades para todos, que enarboló siempre mi líder, mi compañero y amigo, José Francisco Peña Gómez”.
“Hemos cumplido la misión de tener un PRD unido, disciplinado, fuerte y creciendo en medio de grandes presiones por parte del actual gobierno, venciendo sus prácticas antidemocráticas”, exclamó.
Durante el acto, Miguel Vargas afirmó que esas inconductas quedaron expresadas desde el inicio de su gestión en la compra de alcaldes y la persecución de dirigentes de su partido, llegando al extremo vergonzoso de intentar inmiscuirse en los asuntos de la Internacional Socialista, para desplazar al PRD de su posición de liderazgo regional en ese espacio de participación política.
“Ante la constante embestida del Gobierno, puedo decir con orgullo que ustedes y nosotros hemos soportado con valor espartano cada ataque, manteniéndonos firmes, apegados a nuestros principios y valores, luchando con dignidad, determinación y coraje hasta vencer al oficialismo incapaz e incumplidor en cada terreno”, agregó.
Contra PRM
— Caballos de Troya
El candidato Miguel Vargas acusó a la actual administración del Estado de utilizar caballos de Troya durante la pasada convención, con el fin de apoderarse del PRD y usarlo en sus despropósitos reeleccionistas.