
Un post o mensaje colgado en redes sociales no es marketing médico. O más bien, no lo es por sí solo. Las redes sociales se han convertido en la mayor trampa de las marcas de salud, centros de servicios y médicos, muchos de los cuales se aferran a esa práctica pensando que eso es marketing.
En la era digital, donde la inmediatez y la visibilidad parecen ser moneda de cambio, muchos profesionales de la salud han caído en la trampa de creer que subir un post a Instagram equivale a tener una estrategia de marketing médico.
El marketing médico es una disciplina compleja que requiere planificación, análisis, segmentación, posicionamiento, comunicación estratégica y medición de resultados. Y acciones de prensa, presencia en la gran prensa nacional y la especializada no se pueden quedar. No se trata de improvisar una frase motivacional sobre salud ni de compartir una foto del consultorio con un filtro bonito. Eso puede ser parte del ecosistema, sí, pero no es el sistema en sí.
Un buen plan de marketing médico debe incluir acciones y competencias en la dirección del posicionamiento de la marca o servicio, a partir de análisis o estudio de mercado que conduzca a conectar con los públicos objetivos.
Publicar en redes sociales es solo una de acciones tácticas que pueden derivarse de ese plan. Pensar que es suficiente es como creer que tener un estetoscopio te convierte en médico.
Muchos lo hacen por ahorrar dinero, ven como un gasto invertir en un plan integral. Con pagar a un estudiante o alguien que se hace llamar “community manager” es lo más fácil y lo que menos inversión requiere. Hasta con 5 mil pesos se resuelve.
Los que toman la decisión de mostrarse en las pasarelas de redes sociales evitan contratar estrategas, agencias o community managers especializados, y optan por una solución rápida y superficial. Pero lo barato sale caro. Sin una estrategia detrás, los esfuerzos en redes pueden ser inconsistentes, irrelevantes o incluso contraproducentes para la imagen profesional.
Además, el marketing médico no solo busca atraer pacientes, sino construir confianza, educar, fidelizar y posicionar al profesional como referente en su área. ¿Puede un post lograr todo eso por sí solo? Difícilmente.
Médicos, inviertan en estrategias de marketing y acciones de prensa que posicionen su nombre, su marca y su servicio. Es mi consejo.