Néstor Freddy Reyes García (Don Felipe) conversa con la periodista Jennifer Mieses en su área de trabajo.
Por Jennifer Mieses
SANTO DOMINGO.-Para Néstor Freddy Reyes García (Don Felipe) es imposible ocultar la felicidad que siente en su corazón cuando se le habla de su familia, su trabajo y su trayectoria.
Néstor Freddy es un hombre que ha dedicado gran parte de su vida al comercio. Con 74 años de edad y una familia amorosa compuesta por su esposa y sus 5 hijos, ha logrado mantenerse activo en el mundo de los negocios gracias a su perseverancia y capacidad de adaptación a los cambios del mercado.
Su familia ha sido una gran motivación para seguir trabajando duro cada día.
Don Felipe es descrito como un hombre con un carácter fuerte, lleno de vida y honesto, emotivo, activo y metódico. Aunque no estudió, valora mucho la educación y logró que todos sus hijos se convirtieran en profesionales.
Este comerciante ha estado levantándose a las 2 de la madrugada durante 45 años, pero ahora -resalta- puede dormir un poco más y levantarse ¡a las 3!
Situaciones difíciles
Tuvo que vivir en carne propia el dolor por el fallecimiento de su hijo más pequeño a inicios de la pandemia del COVID-19.
«Tenía 5 hijos, ahora solo me quedan 4, porque uno de ellos murió de una gripe mala; pero no fue de COVID, porque eso a él le dio», puntualizó.
Logros
En 1978 empezó a trabajar en el sector citrícola con un salario semanal de 20.00 pesos.
Para 1990, se independizó vendiendo chinas en un camión y logró vender 30 camiones diarios, lo que considera un éxito.
En ese mismo año, se casó con la doctora Gregoria Veras Mendoza, con quien lleva 35 años de matrimonio.
En la actualidad, Néstor Freddy es propietario de su negocio de cítricos, llamado «Casa del Cítrico Reyes» ubicado en el Merca Santo Domingo.
Crianza
Fue educado en valores donde le inculcaron el respeto, la obediencia, la honestidad y la bondad.
“Mis padres no permitían que uno de sus hijos llegara a casa con cosas sin su autorización y de ser un regalo, debía ir confirmar que ha sido así, sin importar que haya sido una mazorca de maíz y de no ser así, no podían asarla”, expresó con cierto orgullo.
De rodillas ante Dios
Cuando percibía un ingreso semanal de 20 pesos, se arriesgó y solicitó un aumento de 5 pesos, a lo que su empleador le envió a decir, que si quería que renunciara, porque no recibiría un aumento.
«Yo me arrodille y le pedí a Dios que si tengo que volver a ese trabajo, que me quite la vida, lo único que quiero es que nunca me dejes robar y me des trabajo», indicó Felipe.
Un consejo final
Aprovechó para enviar un contundente mensaje a los jóvenes, invitándolos a que se preparen y estudien para poder desarrollarse y exhortó a los padres que sean firmes en este aspecto.
«El hombre porque sea pobre, no tiene que robar o hacer lo mal hecho. Usted puede tener una sola prenda de ropa, lave la camisa y se queda con el pantalón y cuando se seque, lave lo que falta; pero no tiene que robar», puntualizó.
Le pedí a Dios trabajo y eso me dio. Yo nunca he robado y no voy a robar
Finalizó la entrevista diciendo que no necesita dinero, porque puede disfrutar toda la riqueza del país.
Su historia es un ejemplo de perseverancia y amor por la familia, y sin duda inspira a muchos a seguir adelante en la búsqueda de sus sueños y metas, porque aunque ha tenido que enfrentar momentos difíciles, Néstor ha aprendido a valorar cada oportunidad que se le presenta y a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.