Cato Larsen Bemsten, de 20 años, decidió meterse dentro del inodoro para intentar recuperar un teléfono móvil que se le había caído dentro a un amigo, y cuando quiso salir no pudo hacerlo.
Los jóvenes tuvieron que llamar a los bomberos de su localidad, Drammen, una pequeña ciudad a las afueras de Oslo, que llevaron a cabo el rescate.
Una vez llegaron los bomberos cortaron una parte del inodoro con una motosierra.