New York, Estados Unidos.-Ocho horas de sangrado e intenso dolor de parto en la sala de emergencias no fueron suficientes para que la dominicana María Martínez (nombre ficticio), de 27 años, fuera atendida en el Hospital Presbiteriano de Manhattan.
La causa: no hablar inglés.
Aún en medio del drama y la desesperación, fue llevada en taxi a un segundo centro hospitalario, donde finalmente la criatura de la madre primeriza murió.
Fruto de la tragedia vivida por la joven, el Centro Cultural Hermanas Mirabal y la organización “Se Hace Camino”, de Nueva York, lanzaron la campaña “El derecho al lenguaje”, la cual marcó un precedente en la comunidad de inmigrantes en el Alto Manhattan.
Luego de un año de lucha, esta jornada ha logrado incorporar en el hospital universitario los servicios de interpretación en doce idiomas diferentes.“
Nuestra comunidad hispana iba a las emergencias de ese hospital y no podía ser atendida, debido a problemas para comunicarse, en un condado donde el 70 por ciento de su población es inmigrante”, aseguró el director ejecutivo del Centro Cultural, Luis Tejada.
El activismo en New York
El Centro Cultural y Comunitario Hermanas Mirabal es una organización sin fines de lucro fundada en 2001, que lucha por los derechos de los inmigrantes en New York.
“Nuestro objetivo principal es lograr que los pobres puedan tener una vivienda asequible. Trabajamos con los padres en las escuelas públicas por una educación de calidad, promocionando la cultura afrolatina y organizando a los jóvenes con cualidades de liderazgo.
Eso nos permite organizar en las escuelas y edificios actividades comunitarias; solo así podemos lograr que nuestra comunidad se empodere y pueda progresar”, afirmó Tejada.
Esta organización ha sometido más de 120 casos de inmigrantes que han sido discriminados por su país de origen, condición social, raza o color.
Otros logros
Los casos de denuncias a los dueños de apartamentos que abusan, hostigan y discriminan en muchas ocasiones, aumentando el costo de la renta de manera ilegal e inventándoles acusaciones a los inquilinos, son constantes en el Tribunal de Vivienda.
Tenemos un acuerdo con la organización Centro de Justicia Urbana para representar a grupos de inquilinos, no individuos, completamente gratis. Organizamos el edificio, se lleva al casero al Tribunal de Vivienda y si allí se determina que hubo algún tipo de abuso se obliga al dueño a parar el hostigamiento”, indicó Tejada.
El activista dominicano cita como otro de los tantos triunfos obtenidos por la comunidad lograr, mediante una demanda ante la Procuraduría Fiscal del estado de Nueva York, frenar el desalojo de más de 20 mil personas que vivían en los edificios de las dos principales compañías en el área de viviendas en los Estados Unidos.
“Pudimos demostrar en los tribunales que ellos adquirían las viviendas con el único objetivo de desalojar a las familias bajo presión y así alquilar las viviendas a un mayor precio.
Finalmente, logramos que fueran multados con millones de dólares y declaradas empresas fraudulentas”, sostuvo.
Desafíos del Centro
El Centro Cultural Hermanas Mirabal tiene otro gran reto en este 2014, las leyes de vivienda en el estado de New York están supuestas a sufrir modificaciones en el mes de junio y esta organización busca forzar a los senadores a que no realicen ningún tipo de modificación de las leyes vigentes que puedan perjudicar a la comunidad hispana.
“Es que nuestra principal meta es darles a los inmigrantes el poder de conocer sus derechos , porque de lo contrario se producen abusos y discriminaciones y es por esta razón que luchamos para darle a la comunidad dominicana las herramientas fundamentales para la sobrevivencia en esta ciudad, que es sin duda el poder de conocer sus derechos», precisó Tejada.