Monseñor Francisco Ozoria, arzobispo de Santo Domingo, fue designado mayor general del Ejército.
SANTO DOMINGO.-En el mundo existen unos 40 ordinariatos militares u obispados castrenses que prestan atención espiritual y pastoral a los miembros de las fuerzas armadas, a los policías, a sus familias y a todo el que tenga una relación directa con los institutos castrenses.
En los países con obispados castrenses, normalmente el Obispo Castrense ostenta el rango de general, especialmente en casos como la República Dominicana, donde existe un cuerpo de capellanes con grados militares “que son un instrumento para desempeñar mejor el servicio eclesial en los recintos militares, donde se vive el día a día bajo reglas muy rígidas”.
“No debe extrañar que desde hace ya casi 20 años tengamos un Obispo Castrense con rango de general que se usa, básicamente, para el gobierno pastoral de la Diócesis y para la promoción espiritual y humana de nuestros militares y policías”, según explica a El Día el padre Milcíades Florentino, rector de la Cátedral Castrense Santa Bárbara.
No es un grado de honor o una cuota de poder personal sino un instrumento al servicio de la pastoral, precisó.
Y así lo sienten los capellanes que se identifican en los espacios castrenses primero como sacerdotes y siempre como sacerdotes, dijo.
“Lo que más, importa es el aporte que desde cualquier ángulo podamos hacer al bien universal; todo lo demás es temporal y pasajero”, acotó el religioso.
