Si te dieron ganas de orinar durante o después de tener relaciones sexuales con tu pareja es probable que te preguntes si es normal o no, si esa reacción es buena o si, por el contrario, es negativa. Si te has hecho alguno de estos interrogantes, en el siguiente apartado abordamos este tema para orientarte.
En primer lugar, no hay de qué alarmarse. Esta sensación, en la mayoría de los casos, es completamente normal y responde básicamente a dos razones. La estimulación del punto G, ese sitio donde se alcanza el orgasmo femenino y una importante sensación de relajación. Y el nivel de fogosidad que alcancen durante el acto sexual.
Por otro lado, los deseos de ir al baño pueden incrementarse dependiendo de la postura sexual. Ese instante con el que el pene –o el juguete sexual- puede alcanzar el punto más excitante y ejercer una presión en la vejiga urinaria. Una de esas posiciones es la conocida como “perrito”.
Eyaculación femenina
Durante la intimidad el líquido que proviene de la uretra, que no debes confundir con orina, es claro. No tiene olor, es abundante en glucosa, pero no genera lubricación como la que provee la excitación. En este caso, no estaríamos en presencia de ese tipo de secreción, sino de una eyaculación femenina. La cantidad dependerá del tiempo que dure el orgasmo.
Muchas mujeres tienen eyaculaciones, pero casi ni se dan cuenta porque el líquido puede ser muy escaso. Apenas unas cuantas gotas pequeñas. Sin embargo, hay otras que sí lo notan porque la cantidad es mayor. Esto se debe simplemente a las individualidades biológicas de cada mujer.
También, debes saber que el líquido de la eyaculación femenina está compuesto por: glucosa, fosfatasa ácida prostática, antígeno prostático, urea y creatina. Las encargadas de la cantidad de líquido que libera cada mujer tras un orgasmo son las glándulas parauretrales.
Consejos ante la sospecha de ganas de orinar en el sexo
El primer consejo que debes cumplir, en relación con las dudas sobre la salud, es lógicamente acudir a un médico especialista. Pero hay algunas recomendaciones generales que pueden apoyarte si atraviesas por un episodio con tu pareja en el que tengas ganas de orinar y preocupación por ello.
Evita tomar mucho líquido antes del encuentro pasional.
Previo al acto sexual ve al sanitario. Así sabrás si la sensación que tienes durante el coito se debe a que estás teniendo un orgasmo o a que realmente necesitas orinar.
Durante el sexo hay determinadas poses que pueden hacer que el pene haga presión en la vejiga urinaria provocando ganas de miccionar. En este caso, te recomendamos cambiar de posición, como la vaquera que no genera fuerza en la pelvis.
Sugiérele a tu pareja que permanezcan acostados de lado al momento de la penetración.
Pídele a él que, además de realizar la penetración, estimule tu clítoris para alcanzar el punto máximo de excitación y lograr la eyaculación.
Habla con esa persona para ayudarla a comprender la situación. Recuerda que comunicar es una tarea obligatoria en toda relación.
Algunas mujeres tienen mayor dificultad para controlar la salida de orina. Para estos casos, se sugiere colocar un plástico entre la sábana y el colchón.
Beneficios del orgasmo
Una vez que hayas controlado la situación, superado los temores y detectado si realmente tienes un orgasmo o ganas de hacer pipí, disfrutarás de un éxtasis que proporcionará muchos beneficios a tu cuerpo y espíritu. Algunos de ellos te los presentamos a continuación:
El orgasmo ayuda a mantener una piel joven.
Mejora tu estado de ánimo y la autoestima.
Al igual que el ejercicio cardiovascular que se realiza, por ejemplo, en el gimnasio, ayuda a reforzar tu sistema inmunitario.
Combate los dolores musculares y el estrés.
El clímax mejora el flujo sanguíneo.
Favorece el momento de dormir.
Vivimos en un mundo más avanzado y con menos miedo ante el sexo. No obstante, aún persisten muchas dudas sobre las reacciones antes, durante y después del acto. Esto, por lo general, se debe a la regular vergüenza y a razones principalmente culturales. Conocer el comportamiento de nuestro cuerpo nos ayudará a gozar de una sexualidad sana, consciente y, sobre todo, feliz.