Santo Domingo.- Pérdida de la memoria, cambios en el lenguaje, dificultad para encontrar palabras, errores en la escritura, hasta otros como perderse o no saber llegar a un lugar, dificultades para manejar sus finanza, son las principales signos de demencia.
La doctora Liliana Ramírez Gómez, Neuróloga conductual y Directora Clínica de la División de Trastornos de la Memoria en Massachusetts General Hospital, explica padecimiento más común relacionado con la salud cerebral son los diferentes trastornos de demencia, que se caracterizan por el deterioro de funciones cerebrales.
Al experta alerta que en América Latina investigaciones muestran que la prevalencia de la demencia aumenta a medida que aumenta la edad.
Apuntó que el rangos de edad, entre 60 y 64 años hay una prevalencia del 1%, entre 70 y 74 del 2%, 75 a 79 años del 6% y a los 80 la cifra incrementa hasta 14%, según cifras del Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria. GBD Compare. Seattle: University of Washington.
Las muertes por demencia en la región ocupan el quinto lugar. Esta cifra ha incrementado 124% desde el año 2000. «Esto ha abierto los ojos de la comunidad médica para poner más atención en fomentar la prevención. Si la situación no se atiende, se espera que esta tendencia incremente para el año 2050», dijo Ramírez Gómez durante el evento virtual sistema Mass General Brigham.
Factores de riesgo
Hay muchos factores que contribuyen a la enfermedad como la dieta, actividad física, actividad mental, el entorno social, la genética, la edad, entre otras condiciones médicas.
El 11% de la población en Latinoamérica puede mejorar o prevenir el desarrollo de la demencia, si las personas tienen un nivel educativo más alto, específicamente si cuentan con un nivel educativo mínimo de secundaria. Proveer servicios de educación para todas las personas puede ser un factor protector a largo plazo para el deterioro cognitivo.
En la edad media, es decir, entre los cuarenta y los sesenta años, hay otros factores de riesgo que pueden estar asociados con la enfermedad de Alzheimer. Esto incluye la pérdida de la capacidad auditiva, la presión alta y tener sobrepeso u obesidad.
Mientras que en la edad adulta, el haber fumado o el ser un fumador activo, tener depresión, tener inactividad física o sedentarismo, sufrir de diabetes, y el aislamiento social están asociados a un mayor de riesgo para desarrollar demencia.
Si se hace el esfuerzo en eliminar todos estos factores de riesgo modificables, se puede llegar a reducir hasta un 56% la probabilidad de desarrollar demencia, e incluso, otras enfermedades como los ataques al corazón o los accidentes cerebrovasculares.