Militantes de izquierda durante una manifestación contra las negociaciones con el Fondo Monetario Internacionlal (FMI) frente al Congreso Nacional, en Buenos Aires, Argentina.
BUENOS AIRES.-Argentina, país que preside el G20, busca auxilio del FMI para estabilizar su economía sometida a fuertes presiones cambiarias, 17 años después de la mayor crisis de su historia.
Todas las monedas de la región sufrieron por el aumento del rendimiento de la deuda estadounidense pues los inversores emigraron al dólar, pero el peso argentino fue el más golpeado: se ha devaluado más de 10% en mayo; un duro golpe para el presidente Mauricio Macri que eliminó los controles cambiarios al asumir en diciembre de 2015.
Para frenar la corrida cambiaria, el Banco Central ha vendido más de 8.000 millones de dólares de sus reservas y elevó a 40% su principal tasa de interés para defender al peso a riesgo de comprometer el crecimiento económico, según analistas.
Con sus cuentas en rojo, el gobierno negocia ahora el auxilio inmediato del FMI, lo cual genera temores de una mayor austeridad y protestas que reavivan los fantasmas de la catástrofe económica y social de 2001. Cuatro analistas explican la actual crisis argentina:
PREGUNTA: ¿Por qué Argentina llegó a esta situación?
RESPUESTA: «Lo que pasó es que se cortó el crédito para Argentina. El año pasado lo único que le importaba al mercado era la gobernabilidad y financió un aumento del desequilibrio externo de 30.000 millones de dólares, el 5% del PIB. Es una crisis de liquidez.
En octubre pasado, el mercado festejó el resultado electoral (cuando la alianza Cambiemos de Macri se impuso en las legislativas).
Más que una crisis de confianza, fue un delirio de confianza. El financiamiento del desequilibrio es un aumento del endeudamiento del país», dijo Marina Dal Poggetto, economista de la consultora EcoGo.
P: ¿Por qué es Argentina más vulnerable que otros países?
R: «Por la cuentas externas y por las cuentas fiscales. Cuando un país está así, cualquier evento externo lo puede enviar a una crisis cambiaria, fiscal o bancaria.
La cuenta corriente de la balanza de pagos tiene un saldo deficitario de más o menos 5% del PIB. Para los países emergentes es un nivel alto.
Del otro lado, sumando gobierno nacional, gobierno de las provincias y deuda del Banco Central por los bonos, el déficit fiscal es de cerca de 9% o 10% del PIB.
Argentina tiene déficit fiscal desde hace 50 o 60 años, pero cuando se acercó al 10% o lo superó terminó con una crisis», indicó Héctor Rubini, investigador de la Universidad Argentina de la Empresa y la Universidad del Salvador.
Dal Poggetto explicó que «Argentina devalúa más que los otros países porque es de las economías más expuestas. Cuando el gobierno quiere hacer los ajustes que el mercado le está exigiendo, pierde popularidad y el mercado saca los pies del plato. Es la historia de los mercados. Uno no les puede pedir fidelidad a los mercados».
– P: ¿Cómo y por qué empezó la corrida? –
R: «Hay un reconocimiento de que los inversores de las Letras del Banco Central (Lebacs) quieren salirse y no está la plata para dársela. Por eso ahora le van a pedir al FMI», señaló Pablo Tigani, de la Universidad Argentina de la Empresa y director de la consultora Hacer.
Rubini apuntó además que «hubo «mala praxis» de parte del gobierno, pues anunció que comenzaría a cobrar impuesto a las ganancias sobre los Lebacs a partir del 26 de abril y no tomó las medidas preventivas para evitar que los inversores salieran.
«En enero las reservas internacionales se aproximaban a 64.000 millones de dólares, récord histórico. Nada indicaba que iba a pasar esto. A partir del 25 de abril los fondos de inversión empezaron a irse del país. El público espera a ver qué va a hacer el Banco Central, y el Banco Central no hizo nada. Entonces empiezan también a retirarse de pesos y a comprar dólares inversores institucionales argentinos. El Banco Central reaccionó con lentitud y se asustó el público en general», dijo Rubini.
P: ¿Con el FMI se resuelven los problemas?
R: «Ahora el FMI prestaría para calmar a los mercados y generar un buen ambiente. No veo un escenario de ‘corralito’ (bloqueo de dinero en los bancos ante la falta de dólares). Pero la tasa de interés de referencia al 40% que puso el Banco Central es recesiva, habrá desempleo y más pobreza», vaticinó Tigani.
P: ¿Esta crisis estaba anunciada?
R: «Se había dicho que podíamos chocar contra la pared y en economía las paredes se mueven. Si Estados Unidos subía las tasas de interés, la pared se acercaba. Eso fue lo que pasó y chocamos contra la pared», dijo Emmanuel Álvarez Agis, profesor de Economía en la Universidad de Quilmes.