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Por las nubes

Desde el punto de vista de los productores y los intermediarios de pollo y cerdo, este fin de año no pudo haber sido mejor.

Para los consumidores de estos dos productos, y de otros desde luego, fue un período festivo sin competencia en por lo menos diez años en cuanto a precios altos.

No faltaron el pollo y el cerdo en la mesa de quienes tenían la posibilidad de comprarlos, y ese es un buen punto, porque es mejor caro que ausente, y si no, recuérdese los sufrimientos de los venezolanos, que tienen por tradición el consumo del pernil en Navidad, porque tuvieron un año sin este artículo en su mesa.

Y después, Reyes
Todavía falta fiesta, porque a mediados de la semana que viene llega la festividad de los Santos Reyes, una tradición de la imaginación y el juego para los más chicos en la que se involucran de buen talante los mayores, que con el tiempo han ido adelantando “los reyes” a sus hijos.

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