En la selección polaca se respiraba ayer optimismo, un día antes del partido de cuartos de final de la Eurocopa contra Portugal, con la fe y la esperanza de contradecir a los apostadores, dar la sorpresa y enviar a Cristiano Ronaldo y a su selección a casa.
“Cada partido es un desafío para nosotros. Ya hemos logrado cosas, pero los jugadores están motivados y quieren jugar cada vez mejor”, dijo Adam Nawalka.