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Política monetaria y tipo de interés inducido, 2020-2024

Luis Santos Burgos
Luis Santos Burgos.

La expansión de los instrumentos monetarios, sustentada en la reducción de la tasa de referencia y la provisión de liquidez bancaria; al igual que la política de contracción monetaria supone un impacto en los agregados monetarios, financieros y de manera indirecta los indicadores macroeconómicos.

Aunque, el objetivo final de la política monetaria se orienta a la estabilidad de precios, tal finalidad no sería posible sin su incidencia en la demanda agregada, a saber: a) consumo; b) inversión; y b) el empleo.

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Durante el cuatrienio 2020-2024, la caída del producto real por debajo de su crecimiento potencial de 5 por ciento, que opero la economía hasta 2019, requirió políticas monetarias procíclicas para recomponer la tendencia, rebajando la tasa de política monetaria o de referencia y facilitando liquidez de corto plazo, que incluye la liberación de una determinada porción del encaje legal requerido a las entidades de intermediación financieras por concepto del ahorro captado proveniente del público.

Desde marzo 2020 hasta noviembre 2021, se aplicó una política monetaria de tipo expansiva que procuro amortiguar el impacto desfavorable de la pandemia del Covi-19 y durante la fase de recuperación.

La tasa de política monetaria que previo la pandemia se situaba en 4.50%, se redujo de 3.50% en marzo de 2020 a 3.0% en noviembre de 2021.

No obstante, se redujo el margen entre la tasa por depósitos en el Banco Central y la tasa lombarda, cobrada por facilidades de liquidez, entre 3.0 y 1.0%.

Además, se congelo el perfil de riesgo de los usuarios y la concesión de plazos para el cumplimiento de las provisiones bancarias, así como, facilidades de liquidez por un monto ascendente de RD$190 mil millones.

Entre noviembre 2021 y noviembre 2022, la política monetaria se redirecciona hacia restricción de los medios de pagos, revirtiendo hacia el alza la tasa de política monetaria de 3.50 a 8.50%, aunque las tasas por depósito y lombarda mantuvieron su margen de 1.0%, sin embargo registraron la mayor tasa del periodo 2020-2024, puesto que la primera paso de 3.0 a 8% y la segunda de 4.0 a 9.0%.

Cabe destacar que, entre noviembre 2022 y mayo 2023, la tasa de política monetaria permaneció congelada en el nivel de 8.50%. Durante junio-diciembre de 2023, las autoridades retomaron de nuevo la política monetaria de expansión de los medios de pagos.

Esta vez, la tasa de referencia en junio se redujo a 8.0 y 7% en diciembre, mientras que las tasas por depósitos y la lombarda se rebajaron a 5.50 y 7.50%, respectivamente, después de haberse movido entre 8.0 y 9.0% en noviembre de 2022.

Que supone un descenso en el costo financiero de las entidades bancarias, unísono a los objetivos de la política de expansión monetaria, para cuyos fines la autoridad monetaria dispuso facilidades de liquidez por un monto de RD$17I mil millones.

Desde diciembre 2023 hasta agosto 2024, la tasa de política monetaria permaneció inalterable en 7.0% al igual que las tasas por depósitos y lombarda, cuyo margen o gat, se mantuvo en un 2.0%, vale decir, una reducción de 200 pbs., favorable al Banco Central.

Sin embargo, entre septiembre y diciembre de 2024, la tasa de referencia se fijó entre 6.75 y 6.0%, que implico una reducción del costo financiero y manteniendo congelado la diferencias tasas tanto por depósitos como la lombarda.

En adición a tales medidas, las autoridades monetarias dispusieron facilidades de liquidez por valor de RD$103,355.0 millones, en adición a la cancelación de títulos de deudas del Banco Central entre agosto y diciembre de 2024, por un valor de RD$128,416.4 millones, que implicó un aumento de la liquidez en la economía por un monto aproximado de RD$231,771.4 millones.

En efecto, desde mayo de 2023, cuando la tasa de referencia alcanzo su techo más alto (8.50%), en el marco de la política expansiva las autoridades lograron situarla hasta en un 6.0% en diciembre de 2024, es decir, un 2.50% equivalente a una reducción de 250pbs., igual o similar al margen que lo hizo la tasa lombarda o de contracción de 9 a 6.50%.

Partiendo de que la tasa de referencia a diciembre de 2024 se colocó por debajo de su nivel en junio de 2022, que era de 6.50%, de igual manera, si las tasas por depósitos en el Banco Central y la lombarda reflejan una caída similar respecto a las registradas en mayo de 2022, supone que el costo financiero de las entidades bancarias ha debido descender considerablemente y que como consecuencia, los tipos interés para préstamos bancarios también debieron hacerlo en la misma proporción.

En esa misma línea, debió expandirse la cartera de préstamos, mucho más en un contexto, donde la economía según los pronósticos oficiales, probablemente haya restaurado su potencial de crecimiento del 5% en 2024.

En consecuencia, no parece razonable que habiendo mantenido el nivel de inflación en su objetivo meta, ¨buque insignia de la autoridad monetaria¨, no guarda correlación con el alto nivel que muestran los tipos de interés activos y pasivos, con promedio ponderados que oscilan entre 15 y 12%, respectivamente.

Bajo ese criterio, la autoridad otorga facilidades de liquides bancarias para nuevos préstamos fijando tipos de interés por debajo de su nivel de mercado, con el objeto de reanimar una economía no logra escalar de su fase de rebote y al mismo tiempo, inducir un tipo de interés promedio ponderado a final de cada año, que no corresponde con la realidad, pues una vez agotan dichas facilidades de liquidez, el tipo de interés activo y pasivo vuelven a su posición natural de mercado.

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