Por: Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- El oficial de la policía neoyorquina Gregory J. Purvis se suicidó de un disparo en la cabeza en el interior de un apartamento ubicado en el 609 W de la calle 186, entre las avenidas Saint Nicholas y Wadsworth, en el Alto Manhattan.
El agente estaba asignado al precinto 30, situado en el 451 W de la calle 151, en el sector de Hamilton Heights.
El pasado martes por la tarde, Purvis estacionó su automóvil cerca del inmueble donde se quitó la vida. Al no presentarse a su trabajo ni responder a los llamados, sus compañeros acudieron a la vivienda. Al asomarse por una ventana, descubrieron el cadáver del oficial en medio de un charco de sangre.
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Decenas de sus compañeros se mostraron desconsolados ante la tragedia.
Según la entidad Archivo de Violencia Armada (GVA, por sus siglas en inglés), con sede en Washington D.C. y cuya misión es documentar incidentes de violencia y delitos con armas de fuego a nivel nacional, hasta la fecha han fallecido 50 uniformados por disparos en Estados Unidos, y 227 han resultado heridos.