Nueva York.- Los precandidatos presidenciales demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders expresaron opiniones contrarias sobre ciertos tipos de investigación biomédica cuando trabajaron en el Congreso, diferencias que ahora están siendo recalcadas por los científicos y los defensores en la vanguardia de la investigación de células madre.
Clinton ha recordado su defensa de la investigación innovadora en Medicina, desde la forma en que como senadora por Nueva York buscó más fondos para los Institutos Nacionales de Salud hasta su viejo apoyo a la investigación de células madre, que podría llevar a la medicina regenerativa.
Cuando estuvo en el Senado, Sanders apoyó la investigación de células madre, pero los defensores de la comunidad científica citan su historial de votos en la década del 2000 en la Cámara de Representantes, donde respaldó repetidamente las medidas para prohibir toda forma de clonación humana, incluso una llamada clonación terapéutica, destinada a crear células personalizadas para atender una enfermedad.
“Estábamos buscando señales de que él va a defender lo que la ciencia y la tecnología pueden hacer”, dijo el doctor Harold Varmus, ganador del Premio Nobel y ex director de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) durante el gobierno del presidente Bill Clinton.
“Estoy muy preocupado por su posición sobre estos temas”, dijo Varmus. “Esta es una prueba de fuego. Lo fue hace 10 años y lo sigue siendo. Fue una prueba que él falló en opinión de muchos de nosotros”, agregó.
El director de políticas de la campaña de Sanders, Warren Gunnels, dijo en un comunicado el sábado que Sanders “apoya firmemente la investigación con células madre, incluida la investigación sobre células madre embrionarias.
Él entiende que la investigación de células madre implica la posibilidad de descubrimientos notables, incluso curas para muchas enfermedades, desde Parkinson y diabetes hasta la enfermedad de Alzheimer y la artritis”.
Recalcó que Sanders apoyó una legislación en 2006 que retiró las restricciones de financiación a la investigación con células madre embrionarias.
Mientras trabajó en la cámara baja, Sanders votó a favor de prohibir la clonación terapéutica en 2001, 2003 y 2005, en momentos en que el Congreso forcejeaba con los dilemas éticos de la biotecnología y los avances científicos.
Grupos de apoyo a los enfermos recordaron que Sanders copatrocinó prohibiciones en 2003 y 2005 que incluyeron la imposición de sanciones penales por realizar investigaciones y que se opuso a alternativas que habrían permitido la clonación de embriones exclusivamente para investigación médica.
Por su parte, Clinton copatrocinó iniciativas en el Senado en 2001 y 2002 que habrían ampliado la investigación de células madre y copatrocinó un proyecto de ley en 2005 que habría prohibido la clonación humana, además de proteger el derecho de los científicos a realizar investigaciones de células madre.