Sao Paulo.- La policía brasileña allanó este viernes el domicilio del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva en Sao Paulo y lo llevó a declarar para investigar si cometió delitos de corrupción y de lavado de dinero en el marco del fraude a Petrobras, informaron la fiscalía y el portavoz del Instituto Lula.
«La policía federal hace hoy una operación de allanamiento e incautación (de documentos) en la casa de él, del Instituto Lula y de una serie de asesores y personas de su familia», dijo a la AFP José Chrispiniano, asesor de prensa del expresidente y del instituto que lleva su nombre.
El portavoz confirmó asimismo que Lula es objeto de una orden para llevarlo a declarar a la comisaría. Los mandatos de allanamiento y traslados para declarar «están siendo ejecutados por la policía federal para investigar posibles delitos de corrupción y lavado de dinero del esquema Petrobras practicados por el expresidente Lula y asociados», dijo la fscalía del estado de Paraná, que investiga el megafraude a la petrolera, en un comunicado.
«Hay evidencias de que el expresidente Lula recibió valores oriundos del esquema Petrobras por medio del envío y reforma de un apartamento tríplex y de una finca en Atibaia, de entrega de muebles de lujo en las dos propiedades y de almacenaje de los bienes por una empresa de transporte», sostuvo la fiscalía.
«También son investigados pagos al expresidente realizados por empresas investigadas en la Operación Lava Jato, a título de supuestas donaciones y conferencias», añadió.
La policía informó que cerca de 200 policías federales y 30 auditores cumplen 44 mandatos judiciales (33 de búsqueda y aprehensión y 11 de conducción coercitiva) en Rio de Janeiro, Sao Paulo y Bahia, y convocó una conferencia de prensa para las 13H00 GMT.
La operación realizada este viernes forma parte de la indagatoria de crímenes de corrupción y lavado de dinero vinculados a la trama que desvió más de 2.000 millones de dólares de Petrobras, y no incluye órdenes de prisión.
Los allanamientos se producen un día después de un vendaval político en Brasil tras la filtración de supuestas declaraciones de un senador oficialista acusando a la presidenta Dilma Rousseff de interferir en la investigación del escándalo en Petrobras y a Lula, que gobernó el país de 2003 hasta 2010, de estar al tanto del esquema de corrupción.