Poema triste por una Palestina desangrada

Poema triste por una Palestina desangrada

Poema triste por una Palestina desangrada

Hay un pueblo entre ceniza y sangre,

con sus niños destrozados,

de madres que lloran y del mundo aislado;

 pueblo que grita su sufrimiento, altas voces de lamento,

sin escucha alguna de falsos hermanos,

está muriendo Palestina, se nos va de las manos!

Pidiendo clemencia al Dios que lo olvida,

cree en la promesa de una mejor vida,

 levantando su dedo, al último suspiro comenta:

“Dios es uno y Mahoma su profeta”.

Así muere un palestino, no importa su edad,

 así resta uno su criminal sin piedad.

Malditos mil veces sus asesinos,

malditos otras más los países vecinos,

 los que rezando a la Meca les cierran fronteras,

 horribles monstros que creen que Dios no se entera.

De poco vale madre tu llanto,

 tú que sostienes tu bebé muerto,

miras tu esposo agarrar de la muerte el manto

y de tu hija su incompleto cuerpo.

 Llegan, se escuchan llegar los batallones de la muerte, tienen la estrella de David en la frente,

con las fuerzas del cielo y del mismo diablo la mente.

Ay! Mundo tú que propones leyes,

que a Gaza ignoras sin piedad,

llegará el día en que caigan reyes,

pagarás el precio de la crueldad.

Sionista demonio, ríete y golpea con tu puño duro,

 pero no olvides de los lamentos el muro,

que allí estarás desgraciándote, ese gran día, abrasándote. Profético final que temes en Jerusalén,

 ha de venir camino a Belén.

Con pena lo admito, eres un pueblo masacrado,

y por la limpieza étnica abusado.

De rojo, verde, negro y blanco te vistes,

 el mundo te ignora y tú Palestina, sola resistes!

*La autora es dominicana



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