¿Podría la Inteligencia Artificial sustituir el lenguaje?

¿Podría la Inteligencia Artificial sustituir el lenguaje?

¿Podría la Inteligencia Artificial sustituir el lenguaje?

*Por Ricardo Vega

Ante el auge de la Inteligencia Artificial (AI) es admisible creer que, como otras cualidades humanas tecnológicamente clonadas, la Lingüística no podría conservar la naturaleza de su esencia.

Pero resulta que el estudio de esta ha sido crucial para automatizar el aprendizaje. Ha facilitado la comprensión de aspectos fundamentales de Sintaxis, Semántica y demás estructuras de la lengua. De los aspectos que mayor importancia han adquirido en los últimos años a la hora de desarrollar algoritmos de Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN), que permiten a las máquinas y sistemas interactuar por medio de un lenguaje comprensible.

Los principios lingüísticos también han sido base para avances sustanciales en las tecnologías de reconocimiento de voz, permitiendo una comunicación fluida en la conversión de palabras a texto.

Otra forma impresionante es la traducción de idiomas a través de los sistemas automatizados (MT) y en tiempo real. También en la generación de contenidos y «análisis de sentimientos».

Sin embargo, contrario a los desplazamientos generados por la robótica en áreas como las de Digitalización y Procesamiento de Datos, Contabilidad y Auditorias Tradiciones, Análisis Financiero y Servicios de Traducción, la demanda de profesionales con experiencia en funciones lingüísticas dentro de la IA crece constantemente. Esto ha permitido el desarrollo de una Inteligencia Lingüísta, a la par con la artificial.

Así pues, asistentes virtuales, como Siri, Google y Alexa aprovechan la IL, conceptualizada por Howard Gardner, para interpretar las consultas y necesidades algorítmicas, cuando se trata de información extralingüística se quedan en el intento.

Modelos como «ChatGPT» adolecen de la comprensión para diferenciar emisiones. No entienden lo que se está diciendo, ni como se está construyendo el lenguaje. Lo contrario ocurre del lado humano: de manera consciente se sabe que un joven viejo es un sintagma nominal cuyo núcleo es joven.

No han llegado a la etapa de entender ni lo que dicen ni lo que se le dice.

¿Logrará la Inteligencia Artificial igualar el cerebro humano, que es donde se articula el lenguaje?

Hasta ahora, por ahora solo «simula» procesos y en cierta forma, a su modo, interpreta y recrea mensajes. Puede pescar información sobre los escenarios más recónditos y complejos del universo. No ocurre lo mismo al momento de entender el desdoble semántico de figuras como el sarcasmo.

El gran desafío para la que puede resolver desde problemas científicos hasta simuladores de vuelo, está en expresar y transmitir literalmente emociones, generar imaginación y empatía.

Tal como lo plantea el padre del Generativismo lingüístico, Noan Chomsky: los humanos nacemos dotados de una especie de dispositivo o facultad inherente, similar en todos, llamado lenguaje, que lo completa y desarrolla el elemento social durante el contacto con él en los primeros años de vida.

Del lado opuesto otros proponen que el lenguaje ha de ser estudiado a través de manifestaciones y producciones lingüísticas.

¿Podrá la Inteligencia Artificial razonar por sí misma y tomar decisiones?

Por el momento es una aliada potencial de la Lingüística. Fantástica para avanzar en  conocimiento, pero también para retroceder cuando no es utilizada adecuadamente.



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