Pobre asistencia escolar

Pobre asistencia escolar

<P>Pobre asistencia escolar</P>

Solemos culpar al Gobierno por todos los males que asoman en el país, y muchas veces con razón. Pero no siempre es así. El caso de las deficiencias del sistema educativo nacional es una muestra de lo que decimos.

Las clases en las escuelas públicas estaban pautadas para iniciarse, después de las vacaciones, el pasado lunes. Pero la asistencia de los alumnos a las aulas fue mínima,  ridícula, a pesar de los reiterados recordatorios hechos a tiempo por las autoridades de Educación.

El Estado, o el Gobierno, si se prefiere, es condenable por no aportar al área educativa el 4% del Producto Interno Bruto, como lo sugieren los organismos internacionales.

También es culpable de muchas otras deficiencias que afectan la enseñanza pública. Pero no se le puede endilgar también la responsabilidad de que los estudiantes acudan a las clases regularmente.

La ausencia de alumnos en el inicio del año escolar es responsabilidad única de sus padres y tutores, que demuestran con su dejadez e indiferencia no tener idea del daño que les causan al país y a sus propios hijos.

La escuela está ahí, esperando por ellos, pero esa oportunidad se desperdicia de manera imperdonable.

Hay que crear conciencia sobre esto. Una población mal preparada es incapaz de tomar decisiones inteligentes, y por lo tanto, fácil presa de los avivatos, que se aprovechan de su ignorancia.

Si no pudimos prepararnos a tiempo, pensemos al menos en nuestros hijos y nietos, y no les permitamos que pierdan su tiempo evadiendo la escuela.



El Día

Periódico independiente.

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