Santo Domingo.-El envejeciente de 74 años de edad que fue acusado ayer por la Policía Nacional de ahorcar a un niño de cuatro años en Capotillo, es definido por sus vecinos como un hombre aislado y de poco hablar.

Las autoridades manejan como presunto móvil del crimen que el prevenido, Claudio Fernández Hernández, se molestaba constantemente con la inquietud de los infantes cuando jugaban.

“Los muchachos iban a jugar por donde está su casa y tiraban piedras que caían arriba del techo. Él decía que iban a tener el relajo hasta que matara uno”, comentó una mujer que no quiso ser identificada.

El hombre residía solo, próximo a la vivienda del menor Ramsés Alexander, lugar donde fue encontrado el cadáver.
El prevenido tenía más de 10 años residiendo en la zona indicaron lugareños. Era pensionado y se dedicaba a reparar televisores.

“Ese señor no compartía con nadie por aquí. Eso era saludo, saludo”, manifestó una envejeciente que también era vecina del infante malogrado.

La Policía especificó que dos amiguitos del occiso dijeron a los investigadores que observaron al prevenido cuando tomó por el cuello y amenazó con matarlo.

Sin embargo, Fernández Hernández, quien permanecía ayer detenido en el palacio de la Policía, negó los hechos que se le imputan.

“Yo no sé nada de eso. No tengo nada que ver”, fueron las palabras de defensa del envejeciente.
El arresto se produjo tras la orden 0312-2015 que pesaba en su contra, informó la Policía.

Máximo Báez Aybar, vocero de la uniformada, indicó que trabajan junto al Ministerio Público para presentar un caso “fuerte” ante la Justicia a fin de mostrar las evidencias necesarias que lleven al prevenido a pagar por el hecho.