El pueblo dominicano entrará, con el paso de los días, en un periodo excepcional, que al mismo tiempo será un tramo importante para conocer las propuestas y promesas que presentarán los principales partidos políticos a las ciudades, pueblos y comunidades del país.
Hay una gran diferencia entre el país que quieren los políticos gobernar y el país que en realidad existe. A diario se publican en los medios crónicas sobre el estado deplorable de las calles, escuelas y hospitales de ciertas comunidades.
Son precisamente puntos clave de importantes y periódicas demandas que hacen las comunidades, y que incluye visitas que van desde el gobernador hasta el alcalde, pero siempre hay una excusa para no cumplir con las demandas, y como consecuencia son reclamos que se van acumulando a través del tiempo; y finalmente llega este momento, que se caracteriza porque los políticos vuelven a hacer promesas en base a esas deudas acumuladas.
En este periodo venidero el pueblo dominicano verá el concierto más grande de candidatos en la historia republicana.
Habrá una movilidad proselitista en todas las calles del país, y donde participarán el Presidente de la República, los legisladores, los alcaldes y regidores que aspiran a una reelección colectiva, en virtud de pactos y alianzas de todo tipo.
Hay un hecho incontrovertible: tienen que contar con el voto de los dominicanos que están facultados para ejercer el sufragio, cuando llegue el momento; y mientras llega ese día el pueblo dominicano tiene que aprender a reclamar, con vigor y por todos los medios pacíficos a su alcance, que se cumpla con deudas sociales acumuladas.
Debe organizarse y reclamar que las promesas se cumplan en el presente, ahora, en lo inmediato, de lo contrario, tras emitir su voto, el pueblo dominicano habrá perdido una gran oportunidad, y los políticos ya no volverán a las comunidades hasta el nuevo torneo electoral.