Nuevamente se anuncia que el Gobierno implementará otro sistema para garantizar la seguridad en los barrios y en todo el país.
La promesa y los anuncios no son nuevos, ni tampoco las figuras responsables de su ejecución. Los más recientes programas han fracasado con inversiones millonarias destinadas por el Estado.
Sin embargo, la delincuencia y la criminalidad, como el caso de la crisis eléctrica y otros males, son cardinales enfrentar para que el país se enrumbe por otro camino.
Ese plan debe ser práctico y realista, sin compra de equipos sofisticados, como se hizo en el pasado reciente, y nada hubo, pese a los esfuerzos conocidos por la ciudadanía.
¿Esperar hasta junio?
¿Será eso lo que quiso decir el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, sobre las investigaciones de los sobornos de Odebrecht? A partir del 1 de ese mes Brasil ha prometido desclasificar documentos aportados por la constructora.
¿Y entonces, las investigaciones realizadas en el país? ¿No se han aportado pruebas ni datos interesantes?
Con mucha firmeza el procurador general ha prometido que habría o habrá sancionados por las implicaciones y las repercusiones ya conocidas por el pago de los 92 millones de dólares de los sobornos de esa empresa para la adjudicación de obras. ¿Por qué el procurador no orienta mejor a la ciudadanía? Se espera que el caso no quede en el olvido.