CARACAS, Venezuela.– La cesta petrolera venezolana de crudo y derivados cayó 12,5% y cerró esta semana en 24,38 dólares por barril, informó el viernes el ministerio de Petróleo.
«La persistente preocupación sobre la desaceleración de la economía de China, la amplía disponibilidad de los suministros en los principales mercados y la fortaleza del dólar frente al euro fueron los factores que se conjugaron para ejercer presión en los precios de los crudos durante la presente semana», explicó la cartera en su reporte.
La semana pasada el crudo venezolano cayó a 27,87 dólares por barril, su cotización más baja en 12 años, al situarse por debajo de los 28,79 que promedió en enero de 2004, según la estatal
Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
La caída sostenida del petróleo ha agravado la crisis de Venezuela, que obtiene el 96% de sus divisas del oro negro, lo que obligó al presidente socialista Nicolás Maduro a decretar un «estado de emergencia» económica este viernes.
Según cálculos de consultoras privadas, el país con las mayores reservas petroleras del mundo cerró 2015 con un déficit fiscal de 20% del PIB y una contracción económica de 6%.
Esto se suma a una escasez de dos tercios de los productos básicos y una inflación que, según el Banco Central, fue de 108,7% entre enero y septiembre de 2015.
Maduro elaboró el presupuesto de 2016 proyectando la cotización del petróleo en 40 dólares por barril, lo que implica una reducción de un tercio frente a la planificación de gastos de 2015, cuando se fijó el crudo en 60 dólares por barril.
El martes, Maduro dijo haberle ordenado al ministro de Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, que «reactive todas las gestiones ante la OPEP y ante los países productores de petróleo no OPEP» para detener la «guerra de precios«.
Maduro ha hecho un intenso lobby con las monarquías del golfo Pérsico, China, Rusia y otros productores como México, buscando recortar la producción parar aliviar la sobreoferta y mejorar el precio. Pero ha chocado con los intereses de la poderosa Arabia Saudí en la OPEP, que defiende su cuota de mercado.